Praga, 4 jul.- El joven cineasta chileno Cristobal Arteaga presentó en el Foro de Independientes del Festival checo Karlovy Vary su obra "El triste olor de la carne", que refiere en plano secuencia y de forma descarnada un desahucio en España.
La segunda película del director, que también es productor ejecutivo y guionista del trabajo, narra los 87 últimos minutos de vida de Alfredo, directivo de una empresa que resulta despedido, lo que desencadena una serie de mentiras para aparentar lo que ha sido hasta ahora.
En una entrevista a Efe, Arteaga destacó: "Cuando empecé a escribir la película, todavía no había habido casos de desahuciados que se quemaran a lo bonzo".
El director chileno, que está afincado en Vigo (noroeste de España) y optará al premio Cámara Independiente que otorga el certamen checo, aseguró que, antes de que terminara el guión, "ya había una señora que se quemó (a lo bonzo) y otro que había saltado desde el balcón".
Reconoció que este trabajo experimental, en el que optaron "por el margen de error de un plano secuencia de 90 minutos", les permitió ser "totalmente libres".
"Era la manera más cercana de llenar un mínimo porcentaje de lo que puede sentir una persona en esa situación", afirmó.
La cinta está sonorizada con el primer discurso sobre el estado de la nación del presidente de gobierno español Mariano Rajoy. Además, contiene muchos planos cerrados del protagonista "para estar con el personaje y sentir el vértigo y la violencia de la calle".
El realizador reflexionó: "Todo se remonta a la propiedad privada y la rentabilidad, y la discusión siempre es de economía. Hablemos de humanismo. El desahucio es un problema humano y no financiero. Tú, como Gobierno, proteges a un banco y dejas a alguien en la calle".
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