Cointreau revive la esencia de los kioskos parisinos

MADRID, 26 (CHANCE)

Cuando hablamos de París pensamos en la Torre Eiffel, los Campos Eliseos, el Museo del Louvre, el barrio de Montmatre o la Catedral de Notre Dame, pero lo que sin duda se ha convertido a lo largo de los años en parte de la historia de la ciudad de las luces han sido sus kioskos.

Este año celebran su 150 aniversario y Cointreau ha decidido rendir homenaje a estos rincones emblemáticos de la capital francesa y al primer kiosko de su fundador Edouard Cointreau con una edición limitada muy especial. En sus inicios allá por el año 1875, su creador ideó una visionaria forma de comunicación recorriendo Europa con un kiosko en forma de la icónica botella de Cointreau animando a todo aquél que quisiera a probar la bebida. Fue una auténtica revolución que impactó en las normas de la época.

Ahora, tras años de éxitos cosechados remueven grandes recuerdos con un diseño único y original. En un divertido guiño a los kioskos parisinos, la botella de Cointreau se transforma en un original kiosko donde resguardarse del bullicio de la ciudad, saliendo solo a ver la luz cuando se gira la cúpula. Una botella y dos vasos con mucho estilo esperan en su interior para poder elaborar los mejores cócteles del mundo.

Los kioskos son más que un simple espacio, son un estilo de vida al igual que un sorbo de Cointreau Fizz, una maravillosa conjunción de elegancia y diversión. Por eso, el kiosko de Cointreau Fizz es perfecto para comunicar la esencia de la bebida, un sencillo cóctel a base de Cointreau, zumo de lima y tónica, más que un cóctel, es un estado de ánimo. Un momento o un regalo de lo más ideal que estará a la venta en exclusiva en un lugar como este kiosko de lo más chic, La Vinacoteca El Telégrafo por un precio de 100 €.