Sevilla, 25 sep.- El diestro jienense Curro Díaz fue a la postre el mejor parado del tercer y último festejo de la Feria de San Miguel de Sevilla, en el que volvía al mismo escenario en el que resultó herido en abril, lo que le obligó a usar desde su reaparición un aparato ortopédico para poder torear.
El de Linares sorteó el mejor ejemplar del envío de Moisés Fraile y fue capaz de expresarse en una faena plena de estética que remató de un estoconazo.
Julián López "El Juli" también acarició el triunfo con el segundo de la tarde, un animal de temperamental bravura con el que mostró todos sus registros de gran maestro, aunque la espada lo estropeó todo y no tuvo opciones con el cuarto, que parecía reparado de la vista.
Manzanares, por su parte, sorteó un lote sin posibilidades aunque se esforzó a tope con el sobrero que hizo sexto a pesar de sus miradas y su evidente peligro.
Se lidiaron cinco toros de El Pilar, el primero marcado con el hierro filial de Moisés Fraile, que a la postre resultó franco y nobilísimo. El segundo tuvo temperamento y al tercero le faltó recorrido. El cuarto, tardo y probón, pareció reparado de la vista y el quinto no tuvo un pase. El sexto fue un sobrero de Salvador Domecq, tan mirón como peligroso.
Curro Díaz, oreja y silencio.
Julián López 'El Juli', ovación y silencio.
José María Manzanares, silencio y ovación.
La plaza registró un lleno aparente en tarde calurosa.
Destacaron en la brega y con los palos los hombres de Manzanares: Curro Javier, Trujillo y Blázquez. Fue muy aplaudido su picador Chocolate.
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