De ciudades que "se viven" a ciudades que "se visitan"

  • Madrid.- La imagen del paseante que "vivía" las ciudades, el 'flâneur' de Baudelaire, deja paso hoy día a un turista que más bien las "visita", comprueba Eduardo Becerra, que ha coordinado el libro "Ciudades posibles", trece ensayos para pensar el nuevo escenario urbano visto en Literatura, Cine y Cómic.

De ciudades que "se viven" a ciudades que "se visitan"
De ciudades que "se viven" a ciudades que "se visitan"

Madrid.- La imagen del paseante que "vivía" las ciudades, el 'flâneur' de Baudelaire, deja paso hoy día a un turista que más bien las "visita", comprueba Eduardo Becerra, que ha coordinado el libro "Ciudades posibles", trece ensayos para pensar el nuevo escenario urbano visto en Literatura, Cine y Cómic.

Profesor de Literatura Hispanoamericana en la Universidad Autónoma de Madrid, Becerra ha declarado a EFE que "las nuevas formas de vida generadas por las grandes transformaciones urbanas del siglo XIX se han consolidado" y, en el prólogo del volumen (451 Editores), dibuja los cambios radicales producidos.

Los medios, el cine, la televisión, el ordenador, la web, los videojuegos, y toda la maquinaria cada vez más potente de construcción de narraciones y ficciones, han hecho -dice- que la vivencia de la urbe no sea ya sólo "patear calles y aceras".

"La sustitución de lo sagrado por la mercancía impone la mitología de lo nuevo -escribe en el prólogo- y está en la base de nuevas enfermedades del alma, como la soledad o el nihilismo, que articulan gran número de narraciones de la modernidad".

"El bombardeo de imágenes alterando nuestras vivencias, ha modificado nuestra concepción de la ciudad", indica este autor y editor, organizador del homenaje al uruguayo Onetti el pasado año, que permanece atento a las interrelaciones arte-espacio en la historia de las expresiones artísticas y a la posición modificada del artista frente a su entorno.

El escritor Rodrigo Fresán, nacido en Buenos Aires y residente en Barcelona, habla de "una ciudad hecha de partes de ciudades", "una ciudad que te acompañe a todas partes y que, simultáneamente, esté en todas esas partes desde donde se sale y en todas esas partes adonde se llega".

El de esta ciudad móvil es uno de los distintos enfoques de los autores iberoamericanos reunidos en este volumen sobre la ciudad que habitaremos, la que ha adquirido tanta importancia en la Literatura y el arte de los últimos 200 años.

Ensayos, artículos, apuntes, pensamientos y fantasías de Jorge Eduardo Benavides, Marcelo Cohen, Jordi Costa, Rafael Courtoisie, Esther Cross, Belén Gache, Daniel Link, Mauricio Montiel Figueiras, Alan Pauls, Edmundo Paz Soldán, Cecilia Szperling y Naief Yehya, van desgranando las problemáticas generadas.

Ciudades "literarias", "imaginadas", "de cuento" y la ciudad "en imágenes" son los apartados en que se organizan los textos, pensando ese viaje a la ficción que es la ciudad virtual que ha contribuido a construir el imaginario que ahora ocupa un lugar central en la cultura contemporánea.

Al paso, aparecen también algunos fenómenos actuales como el ambicioso proyecto urbanístico de Isla Saadiyat, en Abu Dabi, que será levantada de la nada por algunos de los arquitectos más famosos del panorama de hoy.

El libro tiene como antecedente un encuentro celebrado en Buenos Aires sobre literatura y ciudad, al que aporta ahora las visiones del cine y el cómic.

"De 'Fahrenheit 41' a 'Alphaville', todas las postales de paisajes urbanos anticipatorios que me vieron crecer reaparecían de golpe encarnadas en Brasilia", escribe Alan Pauls de su experiencia en esa moderna capital, mientras que Gache se centra en Zurich y Benavides en Madrid.

A medida que avanza el relato de cómo el extraordinario desarrollo de la sociedad de la información va cambiándolo todo, Los Angeles como ciudad del futuro y las imágenes de "Blade Runner", de Ridley Scott, vuelven una y otra vez.

"La velocidad impregna una existencia entre fricciones y otros contactos pasajeros; el 'shock' le quita el puesto a la contemplación reflexiva" y "mientras avanza la fascinación por el espectáculo -dice Becerra-, se radicalizan enfermedades del urbanita como la soledad, el desarraigo o la alienación".

"Aquel 'flâneur' que, encerrado en su coche, recorría Las Vegas, ahora lo aparca en su garaje, sube al salón, y redobla su aislamiento, para recorrer el mundo y sus ciudades en el televisor", indica Becerra, dejando en el pasado a aquel paseante "solitario entre multitudes" de París o Nueva York.

Y en esta transformación, "la posibilidad del extravío o de una vivencia sorprendente, aguarda a la vuelta de la esquina", constata también Becerra, que opina que "aún es pronto para conclusiones rotundas".

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