Directivos de museos de Europa y EEUU ven inevitable el recorte a la cultura

  • Directivos de grandes museos y centros culturales de varios países de europeos, así como de Estados Unidos y Brasil participantes en una reunión que concluye hoy en Santiago de Compostela, ven inevitables los recortes presupuestarios a la cultura.

Xavier Barros

Santiago de Compostela, 10 nov.- Directivos de grandes museos y centros culturales de varios países de europeos, así como de Estados Unidos y Brasil participantes en una reunión que concluye hoy en Santiago de Compostela, ven inevitables los recortes presupuestarios a la cultura.

Los expertos en gestión cultural difieren, sin embargo, entre quienes asumen esa situación de manera pragmática y los que consideran que los productos y servicios culturales deben ser tratados con excepcionalidad.

A la primera reunión del denominado Foro Internacional de Espacios Culturales (Fiec) celebrada en la Ciudad de la Cultura han acudido directivos del MoMa de Nueva York, del Smithsonian de Washington, del Barbican de Londres, del Pompidou de París, el Gulbenkian de Lisboa, el Chateaubriand de Sao Paulo, el Niemeyer de Avilés o el Centre de Cultura Contemporánia de Barcelona.

La directora de programación del Barbican, Louise Jeffreys, señaló a Efe que en adelante los gestores de centros culturales y museos van a tener que ser "más imaginativos" ya que "los gobiernos no tienen tanto el dinero, y será muy difícil encontrar argumentos para exceptuar la cultura de los recortes presupuestarios".

Apuntó que difícilmente el modelo norteamericano de forjar relaciones entre el mundo empresarial para financiar la culturas y las artes puede desarrollarse en Europa, y consideró como alternativa la posibilidad de nuevos horizontes como desarrollar "educación en arte o maneras de compartir presupuestos" con otros organismos.

Al contrario, el director del centro Niemeyer, Natalio Grueso, en su intervención el martes en el Fiec, lamentó que "cuando hay crisis lo primero que se recorta es la cultura", y consideró que se trata de "una equivocación terrible".

Para Grueso, cuyo centro cultural ha sido objeto de un recorte de tal magnitud en la programación que está al borde del cierre, "se compara la cultura a entretenimiento y espectáculo, pero la cultura no es eso", por lo que lamentó que "los políticos tienen ahí una de las grandes asignaturas pendientes" por el hecho de que "no le dan a la cultura el valor y el respecto que merece".

En su opinión, hay un "eje atlántico europeo" que "tiene ahora mismo una oportunidad de desarrollo económico alrededor de la cultura que nunca había tenido hasta ahora", y enumeró los múltiples centros, algunos de ellos de recientes construcción, en Lisboa, Oporto, Santiago de Compostela, Avilés, Santander, Bilbao y otras ciudades francesas que ofrecen "posibilidades inmensas", dijo.

Varios de los directivos participantes en el Fiec han aprovechado para exhibir los contenidos de sus museos y centros culturales que rebosan de obras de arte y programación, ya que constituyen algunos de los más importantes del mundo.

Las instituciones invitadas a la Fiec poseen valiosísimas colecciones de pintura, ofrecen espectáculos de primer orden y se encuentran en metrópolis de elevado poder adquisitivo.

Al ser preguntados los directivos acerca del potencial de la Ciudad de la Cultura, y de su situación en la periferia de Europa en una localidad que alberga unos 100.000 habitantes, o apenas tres millones en un radio de cien kilómetros, carente de contenido y con una prematura programación cultural o artística, pocos se atreven a aconsejar qué hacer o a pronosticar su futuro.

El superintendente ejecutivo del Museo de arte de Sao Paulo, Bruno Assami, indicó a Efe que tal vez habría que aprovechar los "millones de peregrinos y turistas que visitan Santiago" para conducirlos a la Ciudad de la Cultura.

Al ser preguntada por si aconsejaría a los directivos de la Ciudad de la Cultura comprar más arte e invertir menos en ladrillo, la directora del departamento digital del MoMa, Allegra Burnette, indicó: "Es una buena pregunta, pero no tengo respuesta".

Los museos y centros culturales invitados manejan presupuestos que van de los menos de diez millones de dólares y 700.000 visitantes para el de Sao Paulo a los más de cien millones del MoMa o del Gulbenkian -con 3 millones y 700.000 visitantes respectivamente-, y hasta 800 millones de dólares para el Smithsonian, con sus 30 millones de visitantes.

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