Otra pésima restauración: del Ecce Homo de Borja al San Miguel de Peñaranda

Hace cuatro años, la pésima restauración, casi infantil, de la pintura mural de un Ecce Homo en la localidad aragonesa de Borja por parte de una vecina del pueblo, aficionada a la pintura, adquiría una repercusión mediática insólita. Los memes se multiplicaron, la noticia ocupó lugares importantes en los medios, la autora -octogenaria- acabó desbordada ante un protagonismo inesperado y su hazaña traspasó fronteras.  Sin embargo, el caso de Borja no es ni mucho excepcional. En busca de un ahorro importante y entregados a vecinos aficionados al arte, muchos municipios y responsables de edificios religiosos encargan la restauración de importantes obras de arte a personas no profesionales. Las consecuencias, habitualmente, son nefastas y los daños resultan irreparables. La Gaceta de Salamanca informaba a principio de esta semana de una nueva restauración fallida de una talla religiosa. Un grupo de expertos, que recientemente realizó una visita a la ermita del Humilladero en la localidad de Peñaranda de Bracamonte, pudo comprobar el pésimo resultado de la restauración de la talla de San Miguel, que data del siglo XVII, por parte de un aficionado. El trabajo ha sido calificado como "atentado contra el patrimonio".Más casos en Castilla y LeónTras conocerse el caso de San Miguel de Peñaranda, han salido a la luz numerosas restauraciones fallidas, que han acabado deteriorando gravemente piezas importantes de arte religioso.Según destaca La Gaceta de Salamanca, hechos similares se han producido en Nava de Francia, Mogarraz, Cepeda, Puente de Congosto y El Tejado y, más recientemente, en Sotoserrano, Guadramiro y Cipérez.En Sotoserrano, una vecina del municipio ha "restaurado" varias pinturas del retablo de la iglesia de San Ramón Nonato, representando la Ascensión de Cristo, y actualmente está trabajando en la limpieza de las esculturas en escayola de dos ángeles también de la misma parroquia.La iniciativa de los vecinos de Cipérez, constituidos en asociación, consiguió el pasado año la rehabilitación de la ermita, una actuación que incluyó el encargo de la restauración de varias imágenes que se conservaban

tanto en el retablo como en las dependencias del pequeño templo. Se han cambiado los colores originales de e las tallas de Cristo Atado a la Columna o del Patrón, San Sebastián.Los hechos han sido denunciado por la Asociación de Conservadores y Restauradores de Castilla y León, que aseguran que "no estamos en contra de las gentes que lo hacen sino de los que lo permiten".Guadramiro, y la imagen de su Santo Patrón, San Cristóbal, también se suman a la larga lista de fallidas restauraciones, una talla de gran tamaño, que preside el altar mayor de la iglesia parroquial y que ha sido repintado por la misma persona que intervino en las tallas de la ermita de Cipérez.Los vecinos de Cipérez eligieron al "restaurador" de sus imágenes porque suponía un coste diez veces menor.