El actor Santi Senso habita una casa particular con su "teatro íntimo"

  • El actor extremeño Santi Senso ofrece hoy "teatro íntimo a domicilio" en una casa particular de Mérida, donde quiere experimentar con el poder y el miedo y hacer protagonistas a los espectadores de su propuesta, titulada "Orgíame, la depravación del yo".

Mérida, 24 sep.- El actor extremeño Santi Senso ofrece hoy "teatro íntimo a domicilio" en una casa particular de Mérida, donde quiere experimentar con el poder y el miedo y hacer protagonistas a los espectadores de su propuesta, titulada "Orgíame, la depravación del yo".

En declaraciones a EFE, Senso, también director del Festival Internacional de Teatro Íntimo en Casas Particulares, que se celebrará en Madrid entre el 20 y el 23 de octubre, ha explicado que quien asista a su obra experimentará una "bacanal de sentimientos" y debe acudir lleno de "valentía y generosidad".

Esta obra, con la que el actor quiere desvelar "la importancia de ser seres poderosos, con poder para construir", está inspirada en "Orgía", una de las obras más radicales y provocativas del escritor y cineasta italiano Pier Paolo Pasolini.

Con sus propuestas de teatro íntimo, Santi Senso quiere crear un "lenguaje nuevo y vivo" que pueda llevar no sólo a casas particulares, sino también a habitaciones de hotel, cuevas o sótanos y de las que los espectadores "salen en shock".

"Se trata de experimentar con discreción la invasión consentida de la intimidad del hogar de quien acoge la propuesta", ha señalado el actor, que mirará entre los cajones de la anfitriona, dormirá en su cama y utilizará su ducha y su cocina para sentir de cerca "sus latidos".

En estas obras de teatro "íntimo, sensorial y de exposición", los espectadores, "seguidores del arte de la generosidad", tienen su papel protagonista con el que pueden reinterpretarse y conocerse a sí mismos.

No obstante, el actor advierte de que quien quiera participar debe dejar las corazas y protecciones en el umbral de la casa, pues una vez dentro "todos somos vulnerables y sólo así podemos buscar en nosotros mismos y compartirnos haciendo una dramaturgia viva".

Lo "mágico" de su propuesta es que durante la obra puede llamar un vecino, sonar una llamada de teléfono, entrar alguien que no sabe que se está ejecutando una obra de teatro allí, donde se están compartiendo penas y alegrías y donde la escenografía no se altera, ya que "nuestros focos son sus lámparas".

La propuesta es "un regalo de la inquilina a sus huéspedes" que sirve de "terapia para abrir canales interiores" de quien experimente la vivencia, aunque el inventor de este teatro íntimo no se hace responsable de esos "canales abiertos".

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