El artista y cineasta Julian Schnabel muestra sus intrigantes Polaroids

  • Londres.- En la sala Colnaghi, la galería comercial de arte más antigua del mundo -acaba de cumplir 250 años- se presenta hasta el 12 de noviembre una fascinante exposición de fotografías Polaroid de gran tamaño originales del pintor y cineasta estadounidense Julian Schnabel (Nueva York, 1951).

El artista y cineasta Julian Schnabel muestra sus intrigantes Polaroids
El artista y cineasta Julian Schnabel muestra sus intrigantes Polaroids

Londres.- En la sala Colnaghi, la galería comercial de arte más antigua del mundo -acaba de cumplir 250 años- se presenta hasta el 12 de noviembre una fascinante exposición de fotografías Polaroid de gran tamaño originales del pintor y cineasta estadounidense Julian Schnabel (Nueva York, 1951).

Schnabel es un artista conocido sobre todo por sus cuadros neo-expresionistas en los que utiliza platos de loza rotos, así como, más recientemente, por sus exitosas películas como "Basquiat", "Antes que anochezca", sobre el poeta cubano Reinaldo Arenas, o "La escafandra y la mariposa", con la que ganó el Óscar al mejor director en 2007, y a las que sigue este año la titulada "Miral".

Junto a sus otras actividades artísticas, el polifacético Schnabel se ha dedicado durante los últimos años a hacer fotografías con ayuda de una rara cámara Land Polaroid de 20 por 24 pulgadas fabricada en los años setenta.

La cámara en cuestión, de la que sólo existen seis en el mundo, genera imágenes en blanco y negro, color o en sepia de tamaño muy superior a las Polaroid habituales, que han venido utilizando otros artistas como, por ejemplo, el británico David Hockney para sus mosaicos fotográficos de inspiración cubista.

Esa Polaroid muy aparatosa y pesada fue diseñada en principio para fotografiar en el interior de un estudio en parte porque requieren flashes muy poderosos como fuente de luz, pero Schnabel la ha conseguido plantar en todo tipo de espacios, tanto interiores como abiertos.

Schnabel ha creado con su inapreciable ayuda imágenes siempre muy personales, captadas con la mirada del pintor que es por encima de todo, y que se caracterizan por la penetración psicológica, en el caso de sus mejores retratos, o por su gran carga poética cuando fotografía, por ejemplo, los objetos que pueblan alguno de sus estudios.

Aunque se trate de un arte hecho con ayuda de la cámara, el artista norteamericano no se limita tanto a captar una determinada realidad exterior sino que crea imágenes que tiene en la cabeza y que muchas veces tienen que ver con cuestiones existenciales.

Como señala la comisaria de la exposición, Petra Giloy-Hirtz en el tomo lujosamente editado (Prestel) que recoge sus Polaroids, Schnabel se plantea a través de esas imágenes preguntas como ¿quién soy yo? ¿por qué vivo aquí y en este momento?.

"Todos somos prisioneros de nuestro cuerpo, prisioneros de la muerte y la naturaleza. Pero podemos escapar gracias al arte", declaró en cierta ocasión Schnabel en una entrevista con motivo de su filme "La escafandra y la mariposa".

La exposición londinense, organizada por Blanca Bernheimer, de la veterana galería muniquesa de ese nombre, que es la actual propietaria de Colnaghi, incluye autorretratos, retratos de los hijos de Schnabel así como de algunos de sus amigos artistas como Plácido Domingo, Lou Reed, Mickey Rourke, Max von Sydow, Christopher Walken o Takashi Murakami.

Junto a ellas se exhiben imágenes muy sugestivas de los espacios privados del artista en el Palazzo Chupi, edificio de estilo veneciano que Schnabel se construyó en Nueva York, sus estudios de Brooklyn, Montauk o Manhattan, o del jardín de un hotel de Bel Air, así como un grupo de intrigantes imágenes abstractas creadas mediante la aplicación de brochazos de color a las Polaroids.

Joaquín Rábago

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