El Béjart Ballet de Lausanne propone una búsqueda interior a través de Minotauro

Valladolid.- El Béjart Ballet de Lausanne, que actúa esta tarde en Valladolid, ha recurrido al mito del Minotauro para proponer al espectador una renovación interior a través de una constante búsqueda de sí mismo fruto de la confrontación entre sus partes más divergentes.

"Aria", la primera parte del espectáculo que pondrá en escena el Béjart Ballet hoy, mañana y pasado en el Teatro Calderón, no es sino "el eterno conflicto entre uno y sí mismo", un laberinto de partes encontradas como el escenario por donde contendieron Teseo y el Minotauro, hasta que cayeron en la cuenta de su complementariedad.

"Sólo resurgen cuando van de la mano", ha añadido a Efe el coreógrafo cubano Julio Arozarena, adjunto a la dirección artística del grupo que dirige Gil Roman, creado hace un cuarto de siglo y que integran bailarines de diversas nacionalidades como la española, brasileña, polaca, ucrania y rusa.

La segunda parte del espectáculo, después de la versión contemporánea del Minotauro, es "Dionysos (Suite)" y también tiene como protagonistas a los clásicos griegos, en este caso a un personaje que relata el mito de Dionysos, su milagroso nacimiento y las danzas que desde Grecia llegaron a Oriente Medio a través de la ruta de las Indias.

El espectáculo del Béjart Ballet de Lausanne es el cuarto hito de la gira internacional que inició hace poco más de una semana en Cannes (Francia) y que dentro de España ha recalado ya en San Cugat (Barcelona) y Alcobendas (Madrid).

Maurice Béjart (1907-2007), hijo del filósofo y ensayista Gaston Berger, fundó en París los Ballets de l'Etoile en 1954, que tres años más tarde se convirtieron en el Ballet Théatre de París.

En 1960 se instaló en Bruselas, donde formó el Ballet du XXe siècle, que veinticinco años después volvió a bautizar con el nombre de Béjart Ballet Lausanne como reconocimiento a la ciudad suiza donde se instaló y falleció el 22 de noviembre de 2007, a los ochenta años de edad.