El British Council, 80 años como embajador de la cultura británica

  • Rocío Linares.

Rocío Linares.

Londres, 10 mar.- El British Council cumple 80 años como embajador de la cultura británica, con presencia en más de cien países y con la misión fundacional con la que se creó: promocionar el inglés.

Nacida el 11 de marzo de 1934 por el diplomático Reginals Leeper (1888-1968), esta institución dependiente del Ministerio británico de Asuntos Exteriores tiene además como objetivo intercambiar la "creatividad y excelencia" del Reino Unido.

Desde el primer momento, el deseo de Leeper era apostar por la "propaganda cultural" para destacar al Reino Unido en el mapa mundial de la deprimida Europa de entreguerras.

"Nuestra misión fue apoyar al Reino Unido en un período de crisis económica global y condiciones internacionales turbulentas. Hoy seguimos haciéndolo, sin que suponga un reto menor", dijo hoy a Efe un portavoz de esta institución.

Equivalente al Instituto español Cervantes, el British Council diseña un programa de formación en el que es especialmente conocido su examen IETLS (International English Language Testing System), la prueba de inglés de referencia para universidades e instituciones en todo el mundo que cada año realizan casi dos millones de personas.

Además, ofrece cursos de formación, congresos, exposiciones y festivales, que conectan a doce millones de personas en todo el mundo a través de la lengua inglesa.

En los últimos años se ha centrado en la promoción de la cultura del Reino Unido en Asia, sobre todo Vietnam, mientras tiene planes para trabajar en Sudáfrica y Nigeria en los próximos meses.

Entre sus objetivos, el instituto fortalecerá su presencia en Brasil, de cara a fortalecer las relaciones con Latinoamérica ante los Juegos Olímpicos de 2016 en Río de Janeiro.

Desde 1938, cuando dio el salto internacional al abrir sus primeras sedes en Egipto, Portugal, Rumanía y Polonia, el British Council ha desarrollado una ambiciosa estrategia de expansión con su línea de acción más fuerte en el campo del idioma, sin descuidar las artes y el trabajo con instituciones y organizaciones sociales.

El centro destaca también su interés por los países en desarrollo y las zonas en recuperación después de conflictos como Zimbabue, Libia, Irak y Afganistán, entre otros, donde lleva equipos de formación y asesoramiento.

Su labor fue reconocida en 2005 con el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades, junto con las instituciones equivalentes de otros países como las centenarias Sociedad Dante Alighieri italiana y la Alianza Francesa, el Instituto Goethe alemán, el español Cervantes y el Confucio de China.

En ochenta años de historia ha atravesado momentos de dificultad para desempeñar su labor durante la II Guerra Mundial, cuando la institución se centró en reforzar su presencia en el Reino Unido.

En sus ocho décadas de trabajo sin interrupción recoge una única "amenaza" para su existencia, en 1976, cuando un informe de revisión de la política exterior británica propuso clausurarlo o cerrar su red en el extranjero, si bien finalmente la propuesta no salió adelante.

La institución, que será reconocida en 2015 como organización internacional para oportunidades educativas y relaciones culturales, planea un futuro más centrado en la eficacia económica, ante la persistencia de la crisis.

Con un 20 por ciento de su presupuesto a cargo del Estado en un escenario de recortes, el British Council espera incrementar sus ingresos en 2015 hasta los 900 millones de libras (1.080 millones de euros; 1.480 millones de dólares), frente a 781 millones de libras (936 millones de euros; 1.285 millones de dólares) de este año.

Entre los grandes proyectos del futuro más próximo se encuentra la celebración en 2015 del año de la cultura entre el Reino Unido y México, y la colaboración como "agencia nacional británica" para el nuevo programa "Erasmus de la Unión Europea".

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