El Brujo combate la fealdad imperante con la belleza de los grandes místicos

Madrid, 13 ago.- Rafael Álvarez "El Brujo" regresa al Teatro Cofidis de Madrid para combatir la "fealdad" imperante con "la belleza de los grandes místicos" que le han inspirado las obras que llevará a escena: "Mujeres de Shakespeare", "Francisco, Juglar de Dios", "El Evangelio de San Juan" y "La luz oscura de la fe".

Ésta última pieza, que ya ha representado en el Festival de Teatro Clásico de Almagro y en el de Cáceres, se incorpora a su repertorio en esta nueva edición del ciclo anual que lleva su nombre y que sirve como arranque de la temporada teatral en este espacio, antes denominado Teatro Alcázar y cuyas pinturas originales acaban de ser rehabilitadas.

El Brujo ha lamentado el "terrible desconocimiento" y "los prejuicios culturales" en torno a los escritos de Francisco de Asís, San Juan Evangelista y San Juan de la Cruz, que hacen que "se relacionen con la Iglesia", cuando los poemas de Santa Teresa "pertenecen a la humanidad" y son "grandísimos textos que trascienden sabiduría".

"San Francisco de Asís decía que lo que puede cambiar el corazón del hombre es el contacto con la belleza; por eso mi fascinación con estos textos, porque en estos tiempos en los que estamos bombardeados por la fealdad, la combato con la belleza de los grandes místicos", ha dicho el actor durante la presentación en rueda de prensa del ciclo.

En "Mujeres de Shakespeare", que llevará al escenario del 14 al 24 de agosto, reúne a Rosalinda ("Como gustéis"), Catalina ("La fiera domada"), Beatriz ("Mucho ruido y pocas nueces") y Julieta ("Romeo y Julieta") para "jugar y gozar" con ellas.

Con "Francisco, Juglar de Dios", Rafael Álvarez se convirtió en el primer actor que interpretó el texto escrito por el premio nobel Darío Fo y, después de cosechar éxitos de crítica y público, volverá a representarlo en solitario del 26 al 31 de agosto.

En "El evangelio de San Juan", del 2 al 7 de septiembre, el Brujo mezcla el humor y el lirismo típicos de la juglaría en esta versión teatral del texto bíblico que cerró la trilogía compuesta por la obra de Fo y "Los misterios del Quijote".

Del 9 al 21 de septiembre representará "La luz oscura de la fe", una obra que ha escrito sobre la escapada "novelesca y casi milagrosa" de San Juan de la Cruz de una celda de Toledo en la que estuvo preso nueve meses por orden de los superiores carmelitas y donde, "pese a estar rodeado de oscuridad, escribió algunos de sus mejores poemas".

Los espectadores que ya conozcan sus tres primeros espectáculos podrán comprobar que "evolucionan cada día", tal como le ocurre a él. "'La Odisea' ya no sé ni dónde va; hablo hasta de Picasso, digo disparates. Pero, si a los 63 años y tras 40 de trabajo no se pueden decir disparates, la mía sería una carrera frustrada", ha dicho.

Son obras con las que no pretende "molestar", aunque deslice alguna crítica política o social, con las que busca que "la gente se lo pase bien y tocarle la fibra de la belleza con palabras poéticas, porque el espíritu de los clásicos es de fiesta y de poesía".

"En esa época la gente se miraba en el espejo del teatro, que era en verso. Ahora el pueblo respira viendo 'Sálvame'. El teatro es un reducto, una cosa arqueológica que queda de una época que pasó, pero siempre habrá teatro, porque es la emoción directa de la palabra", ha defendido.