El cartel taurino, la sociedad y los toros, de 1920 a 1940

  • Madrid.- Ortega y Gasset vino a decir en cierta ocasión que "para entender la historia de España hay que conocer primero la del toreo", y no tanto por la fama de los españoles de ver la vida como una enorme corrida de toros, sino porque los sucesos sociales de cada época van siempre paralelos a los taurinos.

El cartel taurino, la sociedad y los toros, de 1920 a 1940
El cartel taurino, la sociedad y los toros, de 1920 a 1940

Madrid.- Ortega y Gasset vino a decir en cierta ocasión que "para entender la historia de España hay que conocer primero la del toreo", y no tanto por la fama de los españoles de ver la vida como una enorme corrida de toros, sino porque los sucesos sociales de cada época van siempre paralelos a los taurinos.

Ése sería un buen prefacio para el libro "El cartel taurino, la sociedad y los toros (1920-1940)", presentado hoy en Madrid, y en el que su autor, Ángel Sonseca Rojas, hace un análisis breve pero penetrante, muy profundo, de esos decenios históricos.

Un período intenso de la historia de España por cuanto abarca el final de la Monarquía, la II República y la Guerra Civil, elocuentemente retratadas sus fechas claves a través de los acontecimientos taurinos.

La gran pasión de Sonseca, el coleccionismo taurino, una disciplina derivada de su afición a los toros, le ha llevado a recopilar un museo con más de quince mil fondos, muchos de ellos en formato de los llamados murales. Una colección única, cuya importancia no estriba sólo en el número si no en la calidad de las obras.

Mensajes informativos en cada pieza, como la que ilustra la portada, donde figura el cartel de la "Corrida Regia" celebrada el sábado 28 de mayo de 1927 en la Plaza de Toros de Madrid "cuyos productos se destinan para la Ciudad Universitaria".

Ahí está el dato para entender que la tauromaquia ha estado siempre identificada con la cultura, la ciencia y la intelectualidad. Y no cabe mayor elocuencia para resaltar el compromiso altruista de los rejoneadores don Antonio Cañero, de España, y don Simao da Veiga, de Portugal, y con ellos los espadas de a pie, Rafael Gómez (El Gallo), Manuel Jiménez (Chicuelo) y Cayetano Ordóñez (Niño de la Palma).

Fue ésta una etapa histórica convulsa por los acontecimientos políticos y sociales; sin embargo, coincide con un gran esplendor del toreo como lo prueban los nombres en el candelero y la inauguración de la actual plaza de toros monumental de Las Ventas. Textos y carteles del libro de Sonseca son definitivos para entenderlo así.

En la presentación, celebrada en la Casa del Reloj del distrito madrileño de Arganzuela, su concejal-presidenta, María Dolores Navarro, expresó su "satisfacción y orgullo por la oportunidad de abrir una vez más estas dependencias a la cultura taurina".

El editor Vidal Pérez Herrero se felicitó por "la magnífica impresión alcanzada en la presentación. Una obra de arte, pues siendo amena e ilustrativa la lectura, no se quedan atrás la belleza y espectacularidad de los carteles".

El presidente de la Unión de Bibliófilos Taurinos, José María Moreno Bermejo, hizo un recorrido pormenorizado de los autores que firman las obras que se reproducen, destacando la importancia de su influencia en el arte del dibujo y la pintura. Y significando el hecho de que este volumen viene a ser continuación de otro anterior que se ocupó de la etapa que va de 1820 a 1920. "El primero fue más informativo, y éste aporta más expresiones artísticas", dijo.

Y por último, el autor, Ángel Sonseca Rojas, mencionó el apoyo que ha tenido de su familia y de los amigos, "pues un libro de esta índole necesita una inversión que va mucho más de una importante cantidad de dinero. Amor y sensibilidad, afición y vocación, y en algunos casos también comprensión".

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