El Cordobés: "Me emociona que mis hijos perciban cuánto me quiere la gente"

  • Hablar de Manuel Díaz "El Cordobés" es hablar de uno de los toreros actuales de mayor tirón, su mera presencia en un cartel es sinónimo de éxito por la entrega que muestra cada tarde y por el cariño que le profesa la gente, algo que le "emociona", más aún "si ese afecto -dice- es percibido por mis hijos".

Javier López

Madrid, 24 ago.- Hablar de Manuel Díaz "El Cordobés" es hablar de uno de los toreros actuales de mayor tirón, su mera presencia en un cartel es sinónimo de éxito por la entrega que muestra cada tarde y por el cariño que le profesa la gente, algo que le "emociona", más aún "si ese afecto -dice- es percibido por mis hijos".

"Un día llevé a mi hija Alba, de 14 años, a verme torear, y ya por la noche, mientras cenábamos, va y me suelta: 'joe papá cuánto te quiere la gente'. Casi se me sale la comida de la boca de la emoción, pues no hay nada más bonito que un hijo se sienta orgulloso de su padre por lo que es y por el tremendo cariño que recibe allá donde va", señaló hoy El Cordobés en una entrevista concedida a EFE.

Un cariño que nace de la simpatía innata y personalidad arrolladora que desprende en cada faceta de su vida, ya sea dentro o fuera de los ruedos, porque algo que le gusta mucho a Manuel Díaz es que se le conozca y se le aprecie también "como persona" y no sólo como torero.

"Me siento orgulloso de haberme labrado una imagen pública con tantas cosas bonitas alrededor, una identidad lograda gracias al toro, de eso no cabe duda, pero mi historia va mucho más allá, una vida marcada por la lucha y el sacrificio, que me ha hecho ser como soy y adquirir también unos valores que son los que me definen hoy en día como ser humano", reconoció.

"Pero evidentemente me siento también un privilegiado de estar un año más haciendo lo que más me gusta, que es torear. Sinceramente me considero un romántico de mi profesión, con la que sigo disfrutando como el primer día y con la que hago disfrutar a mi público, que me sigue incondicionalmente", añadió El Cordobés.

Un público que llena las plazas al reclamo de Manuel Díaz, motivo por el que está considerado como el torero del pueblo, aquel con el que apenas se nota la crisis en el sector, ya que con él las taquillas funcionan a las mil maravillas.

"Tengo la suerte de tener mis feudos, las plazas donde me siento muy a gusto cada vez que toreo y donde el público viene a verme con tremenda ilusión. Eso es lo que realmente me importa: la conexión con el gente, la alegría con la que va a los toros y el cariño que de me demuestran", enfatizó.

"Pero además, el resultado está siendo muy bueno un año más, pues hemos llenado un montón de plazas en todo tipo de fechas, y eso no casualidad, fundamentalmente porque ya se sabe quien soy y como soy, una persona que no engaña a nadie y que hace lo que sabe. Se me podrán discutir muchas cosas, pero la entrega nunca, ese ha sido mi camino desde que empecé". apostilló.

El Cordobés no es sólo espectáculo, pues también posee un reposado concepto del toreo, que le ha hecho cortar 36 orejas y tres rabos en los 21 festejos que lleva sumados este año, con tardes importantes en plazas de primer nivel como Castellón, Sevilla, Burgos o Vitoria, y algo todavía más sonado, los dos indultos en menos de 24 horas en Briviesca (Burgos) y San Roque (Cádiz).

"Son cosas del destino que se te crucen estos toros tan buenos y tan nobles: 'Rompetechos' y 'Rescondito', sin duda, los que han marcado mi temporada, pues que se le perdone la vida a un toro es el premio más grande que se le puede dar a un torero, al fin y al cabo, el primer defensor de este bello animal", matizó.

"Esto viene muy bien a la 'Fiesta' -consideró El Cordobés- más aún cuando parece que poco a poco va resurgiendo, como el propio país después de una época tan dura de necesidad, una palabra a la que no estábamos acostumbrados en España desde la época de posguerra. Y todo lo que suponga alegría en estos tiempos, bienvenido sea".

El Cordobés ha logrado con su propia imagen extrapolar el mundo de los toros más allá de los ruedos. Su inagotable solidaridad con los demás y su presencia en programas de televisión ajenos a lo taurino potencia una marca, la suya propia, y la de una profesión que, en los tiempos que corren, sigue siendo un tabú para muchos.

"Llevo con orgullo mi profesión haga lo que haga, y también es verdad que de siempre me he atrevido a probar cosas nuevas, sobre todo en el mundo de la comunicación y la televisión, y siempre desde el respeto. Por eso me gusta que me consideren un mediático del toreo, un calificativo nada peyorativo para mí, pues la popularidad no debe estar reñida con la profesión de torero, aseguró.

"De todo lo que he hecho me quedo con la experiencia de un mes entero en Argentina ayudando a niños con problemas de integración, y también la colaboración con la asociación 'Avain' (Asociación Visueña de Ayuda a la Integración) sobre todo por la alegría de ayudar a esas personas tan especiales y a las que quiero muchísimo, tanto que ya son parte importante de mi vida", concluyó.

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