El cuarteto Quiroga inicia una "(r)evolución" musical con su segundo disco

  • "(R)evolution" es el segundo álbum del cuarteto de cuerda español Quiroga, donde con obras de Schoënberg, Berg y Webern muestran la "evolución que acabó convirtiéndose en una revolución" musical durante los primeros años del siglo XX, según las palabras del violinista Cibrán Sierra.

Madrid, 29 may.- "(R)evolution" es el segundo álbum del cuarteto de cuerda español Quiroga, donde con obras de Schoënberg, Berg y Webern muestran la "evolución que acabó convirtiéndose en una revolución" musical durante los primeros años del siglo XX, según las palabras del violinista Cibrán Sierra.

El conjunto formado por Aitor Hevia (Oviedo, 1978), Sierra (Orense, 1979), Josep Puchades (Valencia, 1980) y Helena Poggio (Madrid, 1978) ha retomado la música de la Segunda Escuela de Viena para su segundo trabajo, que sale ahora a la venta y que se presentará en un concierto el 3 de junio en el Museo Cerralbo de Madrid.

Arnold Schoënberg y sus dos pupilos, Anton Webern y Alban Berg, acabaron con toda la tradición musical y asentaron nuevas bases de composición como el dodecafonismo y el serialismo.

"Pretendían ser fieles al legado en el que habían nacido" pero "creían que el lenguaje estaba saturado", aclaró en una entrevista a Efe Sierra, segundo violín del conjunto.

El cuarteto, que con su nombre homenajea al violinista español Manuel Quiroga Losada, han querido "acercar" al público estas composiciones, que suelen "generan cierto temor, rechazo o miedo, como una música difícil, complicada, incluso hay gente que piensa que es fea".

"Cada una de las piezas representa una pequeña etapa en la búsqueda de ese nuevo lenguaje que sería el dodecafonismo", explica el violinista, que ha elegido el "Cuarteto de cuerda en Re m" de Schoënberg como la primera partitura de este viaje compositivo, pues en él aún se encuentra la "tradición clásico-romántica".

El "Rondo" de Webern continua el recorrido, donde "el lenguaje tonal está ya muy estirado", y al que sigue "Cuarteto de cuerda op. 3" de Berg, obra que Sierra elogia calificándola como "embriagadora y subyugante" pero que aún pose "esa sensualidad romántica".

Las "Seis bagatellas para cuarteto de cuerda" de Webern finalizan este recorrido por las rupturas vanguardistas, donde ya la narrativa se destruye, formando "gotas de sonido, cápsulas de emoción poética" y que convirtió a su autor en un "gran referente" para las nuevas generaciones.

"Ampliaron el lenguaje sonoro de una forma que consiguió lo que estaban pretendiendo, que era darle continuidad a una tradición", aseguró el violinista sobre los compositores elegidos. El cuarteto usó el juego de palabras de esta "evolución convertida en revolución" para titular el álbum.

El repertorio escogido es bastante arriesgado, sobre todo para un oyente que no se haya acercado a este tipo de música, aunque Sierra asegura que el público responde muy bien a las vanguardistas y atonales obras, ayudados siempre por los interpretes cuya principal labor es "mostrar de dónde viene y cómo llegó a ser lo que fue" esta corriente.

Ayudar "a la gente a acercarse este repertorio y quienes lo conocen a darles una perspectiva diferente". Esta fue la máxima con la que el cuarteto de cuerda afrontó el disco, y que han intentado ofrecer una visión e interpretación personal y novedosa de las partituras.

El cuarteto Quiroga ha alcanzado popularidad tras la publicación de su anterior trabajo "Statements" (2011), con el que ganaron el Premio al Mejor Álbum de Música Clásica en los Premios de Música Independiente, y que les llevó a tocar en Gran Bretaña, Estados Unidos o los Emiratos Árabes.

"Lo que te permite el cuarteto de cuerda es crear un proyecto muy a largo plazo", al que Sierra dedica todo su trabajo, y que con "(R)evolution" darán conciertos en el Festival de Úbeda, el Festival Mozart de A Coruña, en L'Auditori de Barcelona, o en ciudades como Amsterdam, Nueva York, Los Ángeles, Bogotá o Estocolmo.

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