El Guggenheim expone la evolución del abstracto en Europa y Estados Unidos

  • Bilbao.- La exposición temporal "Abstracción pictórica 1949-1969", que hoy ha abierto al público el Museo Guggenheim de Bilbao, muestra al espectador la evolución que experimentó el expresionismo abstracto a lo largo de dos décadas, tanto en Europa como en Estados Unidos.

El expresionismo abstracto llega al Museo Guggenheim de Bilbao
El expresionismo abstracto llega al Museo Guggenheim de Bilbao

Bilbao.- La exposición temporal "Abstracción pictórica 1949-1969", que hoy ha abierto al público el Museo Guggenheim de Bilbao, muestra al espectador la evolución que experimentó el expresionismo abstracto a lo largo de dos décadas, tanto en Europa como en Estados Unidos.

La muestra, que se podrá visitar desde hoy hasta el 8 de enero de 2012, recorre, a través de 80 piezas de 60 artistas como Pollock, De Kooning, Burri, Ellsworth Kelly, Tapies, Stella y Vasarely, entre otros, las principales tendencias de esta corriente pictórica: la gestual, la cinética u óptica y la de los campos de color.

La exposición ha presentada hoy en conferencia de prensa por su comisaria, la responsable de Colecciones y Exposiciones del Museo Guggenheim de Nueva York, Tracey Bashkoff, quien ha señalado que el espectador podrá apreciar las "sorprendentes afinidades existentes entre artistas que trabajaron en dos continentes distintos, en una época de grandes avances creativos para la pintura tanto en Europa como en Norteamérica".

El recorrido se inicia en una sala dedicada a la tendencia denominada 'abstracción gestual', caracterizada por la utilización de superficies densamente pintadas con colores vivos y pinceladas fuertes o la utilización en las pinturas de materiales hasta entonces poco convencionales como arena, cuerdas, harapos o madera.

A esta corriente pertenecen los cuadros de artistas del denominado grupo "COBRA", acrónimo formado por las letras CO de Copenhague, BR de Bruselas y A de Amsterdam, y entre los que destacan los del belga Pierre Alechinsky, el holandés Karel Appel y el danés Asger Jorn.

Esta sala exhibe también las obras del norteamericano Jason Pollock "Grisura Oceánica", de 1953, y "Número 18", de 1950, realizada con la, para la época, novedosa técnica de verter la pintura sobre el lienzo colocado en el suelo, utilizada también por el holandés De Kooning.

La exposición dedica un apartado a obras importantes de tres artistas españoles encuadrados en esta tendencia gestual del arte abstracto como son Antoni Tapies, de quien se exhibe su obra "Gran pintura", de 1958; y Antonio Saura y Luis Feito, componentes del denominado grupo "Al Paso", quienes acompañan a las obras del italiano Alberto Burri, uno de los grandes exponentes italianos de la corriente, junto a Piero Manzoni.

Otra sala acoge las piezas más representativas del denominado Grupo Zero, conformado por artistas europeos encuadrados en la tendencia llamada 'arte cinético', que busca dar movimiento a sus composiciones, o 'arte óptico', en la que se persiguen efectos visuales y juegos ópticos mediante el uso de formas geométricas.

A estas corrientes pertenecen las obras del alemán Heizn Mack, uno de los fundadores del Grupo Zero; del italo-argentino Lucio Fontana, del italiano Piero Manzoni, del israelí Yaacov Agam y del polaco Víctor Vasarely.

La exposición concluye con cuadros de los artistas de la denominada corriente 'campos de color', para quienes el color, de forma monocromática o en combinaciones bicromáticas o policromáticas, era el único protagonista de sus composiciones.

A esta tendencia corresponden obras como "Relieve naranja/rojo" (1959), de Elsworth Kelly; "Zarabanda" (1959), de Morris Louis; "La puerta" (1959-60), del alemán Hans Hofmann; "Negro sobre gris" (1969-70), de Mark Rothko; "Harran II" (1967), de Frank Stella; y "Canal" (1963), de Helen Frankenthaler, quien inició en 1952 la técnica denominada "empapamiento".

Esta nueva forma de pintar, mediante la que se desechaba la pincelada gestual que distinguió al expresionismo abstracto, consistía, ha explicado la comisaria Bashkoff, en derramar o rociar con pintura acrílica muy diluida la tela de algodón del lienzo sin imprimación, con lo que se lograba la fusión del fondo y la figura a través del color, tan distintiva de esta técnica pictórica.

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