El habla norteña tendrá a Élmer Mendoza como valedor en Academia Mexicana

  • El escritor mexicano Élmer Mendoza, recién designado académico de la lengua en México, accederá a la institución con el propósito de "ayudar a definir vocablos y expresiones" del norte del país y tratar de enriquecer el Diccionario de Mexicanismos.

Alberto Cabezas

México, 18 ago.- El escritor mexicano Élmer Mendoza, recién designado académico de la lengua en México, accederá a la institución con el propósito de "ayudar a definir vocablos y expresiones" del norte del país y tratar de enriquecer el Diccionario de Mexicanismos.

"Ahora que la literatura que escribimos los que vivimos por acá (en el norte) ha ganado lectores, a algunos no les viene mal que les expliquemos de qué estamos hablando", explicó en entrevista con Efe Mendoza (Culiacán, 1949).

El pasado 11 de agosto el pleno de la Academia Mexicana de la Lengua eligió como nuevo académico en Culiacán al autor, un "sobresaliente novelista, dramaturgo, innovador literario, maestro universitario, incesante animador de la lectura y promotor de instituciones culturales", explicó la entidad.

Para Mendoza, la labor que va a desarrollar es un trabajo "muy pertinente" del que él mismo no tenía conciencia hasta hace poco, cuando el éxito internacional de sus novelas le obligó a trabajar de manera estrecha con sus traductores y se dio cuenta de lo "arduo" de su labor.

En Alemania se dio de bruces con la realidad. Su novela "Balas de plata" (2007), por la que ganó el III Premio Tusquets de Novela, fue traducida como "Silber" (Plata, en alemán) a secas.

"Mi conclusión es que hay necesidad de explicar muchas de las construcciones que nosotros utilizamos. Las explicaciones tienen que ser tan precisas y completas porque no solo se trata de una expresión, un vocablo, sino que se trata prácticamente de una cultura, de una forma de ser, de ver la vida", asegura.

Otros términos que podría ayudar a incorporar son "bichi" (desnudo), "chola" (órgano sexual masculino) o "cuisuqui" (inquieto).

"Me gustaría mucho que estuvieran los que tienen que ver con las relaciones humanas. Por ejemplo, en el asunto de las relaciones sexuales. No he escuchado en otra parte que se utilice la palabra 'matar' para eso (tener sexo)", agrega.

Ante los anglicismos, sobre todo los que llegan desde Estados Unidos, el nuevo académico mexicano no siente repulsión ni desagrado, al contrario, piensa que "enriquece al español".

"Si son la cultura más poderosa del mundo, que ha generado muchísimas señas de identidad, es un placer compartirlo. Yo así lo detecto", afirma Mendoza, un consumado lector de literatura estadounidense.

Le entusiasma que haya en Estados Unidos cada vez más interés por los autores que escriben en español, y siente que es cuestión de tiempo y responsabilidad de los 500 millones de hispanohablantes del planeta lograr que su lengua goce de más consideración en ese país.

"Ellos son muy fuertes. Compartimos casilleros desde hace tiempo y qué bueno que crezcan", señala el también profesor de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS).

En relación con la violencia que vive México, piensa que la proliferación de términos asociados con el crimen organizado es una consecuencia natural de una situación que ha capturado la atención social y mediática en los últimos años.

"Ahora con el asunto de la 'guerra' (contra los carteles lanzada por el presidente Felipe Calderón en diciembre de 2006) surge la necesidad de nombrar, de descubrir cómo nombran ellos ciertos eventos. También enriquece el panorama", sostiene Mendoza.

Destaca la riqueza que hay, por ejemplo, al recurrir a términos para quitar la vida como "escabechar", "darle cran", "darle piso", "darle p'abajo" o "encobijar" (dejar un cadáver envuelto en una manta o tela), que se han popularizado.

"No tiene nada que ver con expresiones del siglo XIX, por ejemplo 'se lo mandamos a San Pedro'. Esto es como una fortaleza que implica una carga de crueldad", apunta.

El novelista se dice partidario de que el Gobierno pacte con el crimen organizado para pacificar el país.

"Yo me mantengo en esa idea de que se requieren acuerdos. Es un asunto que no va a mostrar que tenemos un Gobierno débil, sino serio e inteligente. Ahora se habla de 50.000 bajas (...) Son muchas, me parece", añade.

La primera novela de Mendoza fue "Un asesino solitario" (1999/2001) y tras ella escribió "El amante de Janis Joplin" (2003), "Efecto Tequila" (2005), "Cóbraselo caro" (2006), "Balas de plata" (2007) y "La prueba del ácido" (2010)

Actualmente la Academia Mexicana de la Lengua cuenta con 32 académicos activos y uno más electo, así como otros 23 concurrentes (los que trabajan desde sus lugares de origen y solo sesionan en momentos puntuales), entre quienes está Mendoza.

Mostrar comentarios