Funchal (Portugal), 7 abr.- Algunas de las voces más representativas reunidas en la tercera edición del Festival Literario del archipiélago luso de Madeira, que acabó hoy, centraron sus reflexiones en el incierto futuro de Europa, convertido en foco de preocupación.
Una de ellas fue la del sociólogo y filósofo polaco Zygmunt Bauman, quien instó a los portugueses a quedarse en el euro y en la Unión Europea (UE) a pesar de los "problemas estructurales aplazados" que arrastra la institución.
Bauman defendió durante su intervención que, por su condición de estructura trasnacional, "Europa es todavía una armadura contra los enemigos", conclusión que sirvió para cerrar la cita literaria, celebrada esta semana en la región portuguesa de Madeira.
"La nueva idea de soberanía es imposible que sea soportada por un solo Estado", manifestó el padre de la "modernidad líquida".
Según Bauman, la soberanía nacional ha descansado sobre la posibilidad de regir en un espacio físico concreto la economía, la defensa y la identidad cultural, unas divisiones territoriales que dejan de tener sentido cuando "es más fácil hablar con Nueva Zelanda que con el amigo del otro lado de la calle".
El Premio Príncipe de Asturias 2010 de Comunicación y Humanidades desarrolló el concepto del "interregno", que parte de una idea del historiador romano Tito Livio, y supone que las "formas familiares de actuar ya no funcionan, pero todavía no existen alternativas".
Para el autor polaco, de 87 años, el sistema de Naciones Unidas tampoco puede mantenerse dado que también se basa en la antigua idea de defensa de la soberanía.
La necesidad de que la UE "se rija" por unas mismas reglas comunes a todos al mismo tiempo que sus representantes se mantienen "atentos a sus electores" son otros de los desafíos de los 27, según explicó Bauman a Efe.
El sociólogo insistió igualmente en otra de sus ideas fundamentales: la necesidad de devolver el poder, ahora en los mercados, a la política.
El futuro de Europa ya había sido un tema destacado en la intervención de la escritora estadounidense Naomi Wolf, otra de las participantes ilustres de este Festival.
En su opinión, el actual sistema legislativo de la UE parece más "una dictadura", dado que las iniciativas legales parten de un órgano no elegido por el pueblo como es la Comisión.
Los peligros que advierte Wolf en las sociedades democráticas son la razón de que intente dar "poder" a la población en cada libro que escribe o desentrañar qué esconde el afán de mentir, según explicó en una entrevista con Efe.
Wolf lamentó la "crisis democrática" en la que vive instalada su país, también con Barack Obama, y se mostró preocupada por la "falta de representatividad" y signos como la represión de los manifestantes que se producen hoy en Europa.
Las ideas planteadas por estas figuras internacionales se unieron en un metafórico "Manifiesto por el arte", lema de la tercera edición del Festival madeirense.
También hubo tiempo para hablar de la libertad y la religión, materia en la que entró la escritora cubana Gina Picart, quien habló del nexo de unión que existe entre visiones católicas, neo-paganas y de raíces orientales sobre la convivencia respetuosa entre universo y hombre.
Los autores recordaron igualmente cómo funcionaba el sector de la literatura en el pasado, cuando el valor de un libro era determinado por la calidad de su contenido y no por su capacidad de venta.
Y con la vista puesta en el futuro de las letras, el Festival llevó a diferentes escritores de visita a las aulas de los colegios de Madeira, y de donde surgió su autor más joven, Vasco Serodio, que con 10 años presentó su primera obra: "El día en que el mundo desapareció".
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