El Instituto Cervantes inaugura en París una ruta multimedia sobre Goytisolo

París, 19 mar.- Los cuarenta años que el escritor barcelonés Juan Goytisolo vivió en París han propiciado el estreno hoy de una nueva ruta multimedia con doce lugares clave en la etapa vital y creativa del autor en la capital de Francia.

"Para mucha gente el exilio es un castigo, pero para mí fue una bendición, una liberación", explicó en la web del Instituto Cervantes, artífice del proyecto, el prolífico autor de novelas como "Señas de identidad" o "Paisajes después de la batalla", ambas ligadas a la capital francesa.

El encargado de rastrear para el Cervantes el pasado de Goytisolo en la ciudad de las luces, Emmanuel Le Vagueresse, señaló a Efe que "París le abrió a su verdadero yo, a su verdadera personalidad y le introdujo, no solo en la cultura francesa, sino también en la cosmopolita".

Goytisolo (Barcelona, 1931) llegó en los años cincuenta del pasado siglo a París, donde el encuentro con el literato Jean Genet y con la escritora y guionista francesa Monique Lago, que más tarde se convertiría en su esposa, fue fundamental en su vida.

Con Lago se establecería en el número 33 de la calle Poissonnière, en el barrio Sentier, durante cerca de cuatro décadas, hasta la muerte de ella a mediados de los noventa, cuando Goytisolo se trasladó a Marruecos.

En París, Goytisolo pudo "aspirar el aire de la libertad", y ver películas prohibidas en España, así como descubrir a grandes escritores galos como Jean-Paul Sartre, Simone de Beauvoir o Louis-Ferdinand Céline.

"Francia me aportó el descubrimiento de un mundo intelectual que en aquella época (1958-60) era mucho más rico que el nuestro", explicó el literato.

Gracias a su amigo Genet, el escritor español descubrió "el París marginal, no oficial", alejado del círculo intelectual y por el que sitió especial predilección, resumió Le Vagueresse.

El itinerario, con doce paradas, aúna la elegante "rive gauche" (la margen izquierda parisina) con la bulliciosa margen derecha, donde los visitantes podrán descubrir los lugares favoritos del literato.

En esa primera orilla del Sena destacan la editorial Gallimard, en la que Goytisolo trabajó como asesor durante diez años; el emblemático bulevar de los intelectuales, Saint Germain-de-Près, o la casa de Marguerite Duras, donde el autor hablaba de política y cultura con "la crème de la crème" de la intelectualidad parisina, según el Cervantes.

"Genet me dijo una vez: hay que escoger entre la literatura y la vida literaria, y tenía toda la razón. Yo elegí la literatura, y a partir de ahí, mi visión de París fue distinta", recordó Goytisolo.

Así, cuando el creador de las famosas "Palabras para Julia" se cansó de formar parte de esa vida literaria de élite, sus pasos se adentraron en la multicultural zona de Barbès-Rochechouart, al norte de París, cerca de Montmartre.

"Fui uno de los primeros europeos que entraba en ese barrio, nunca vi a un solo francés en los cafetines árabes", recordó.

Allí, Goytisolo, experto en cultura islámica, quedó fascinado por los "cafés de exiliados republicanos y los cafetines argelinos", así como por la laberíntica Gare du Nord, la estación ferroviaria del norte de París.

El descubrimiento de la popular margen derecha, llena de inmigrantes llegados de todas partes del mundo, le permitió el "acceso a la universalidad" pues podía viajar a "países y continentes distintos" a través de las personas que por allí deambulaban, contó.

El director del Instituto Cervantes en París, Juan Manuel Bonet, sintetizó la figura de Goytisolo como la de un intelectual que "se identifica con el mestizaje y la mezcla de idiomas, razas y culturas".

En París, Goytisolo también estuvo vinculado a la fugaz revista cultural y política "Libre" (1971-72), en la que escribieron figuras de las letras tales como Carlos Fuentes, Mario Vargas Llosa, Julio Cortázar o Gabriel García Márquez, entre otros.