El monasterio riojano de Yuso podrá visitarse de noche los sábados de agosto

  • El Monasterio de Yuso, de San Millán de la Cogolla, realizará en los sábados del mes de agosto su primer programa de visitas nocturnas, con el que pretenden dar a conocer este cenobio Patrimonio de la Humanidad de una forma diferente a la que lo hacen miles de visitantes cada año.

Logroño, 16 jun.- El Monasterio de Yuso, de San Millán de la Cogolla, realizará en los sábados del mes de agosto su primer programa de visitas nocturnas, con el que pretenden dar a conocer este cenobio Patrimonio de la Humanidad de una forma diferente a la que lo hacen miles de visitantes cada año.

El responsable de las visitas al monasterio, el agustino José Luis Untoria, ha explicado a Efe que los pases se celebrarán los cuatro sábados del mes de agosto, a las diez de la noche y al mismo precio que los diarios (5 euros), y que esperan reunir a grupos de unas cincuenta personas.

En cualquier caso, será necesario realizar una reserva previa en el monasterio por teléfono, para ajustar el número de guías que enseñarán el monasterio.

Además, se complementará con un pequeño recorrido por el exterior, que permanecerá iluminado, gracias al sistema instalado hace un año por la Fundación Iberdrola, con 160 cañones de luz, y que "no hemos podido utilizar demasiado", ha reconocido Untoria.

Los visitantes nocturnos de este enclave recorrerán varias de las dependencias de un monasterio declarado Patrimonio de la Humanidad en 1997 junto al de Suso, en la misma localidad, por su importancia para el castellano, ya que en San Millán de la Cogolla fueron encontradas las primeras palabras que se conocen en español.

El primitivo monasterio románico de Yuso sufrió diferentes restauraciones desde su construcción, todas ellas acometidas por la comunidad benedictina, que lo habitó hasta el siglo XIX, cuando fueron sustituidos en un breve periodo por la orden de los franciscanos y luego por la actual, los agustinos recoletos.

Las dependencias actuales tienen su origen, principalmente, en el siglo XVI, como el claustro procesional, el refectorio, la sacristía y la mayor parte de la iglesia; y también hay elementos del XVII, como la sillería y el retablo; y del XVIII, como el trascoro y la ornamentación de la sacristía.

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