"El niño y los sortilegios", una ópera francesa llena de magia y fantasía

  • María José Brenes.

María José Brenes.

San José, 24 abr (ACAN-EFE).- "El niño y los sortilegios", una ópera llena de magia y fantasía a cargo del Coro de Niños de la Ópera de París, deleitó hoy al público costarricense con su exquisito canto, música y danza.

Con una introducción musical que cautivó desde el primer minuto a la audiencia costarricense, el Coro de Niños de la Ópera de París inició su recorrido por un intenso cuento de ficción, en la primera de dos presentaciones en el Teatro Nacional de Costa Rica.

Siempre presente en la obra, llamada en francés "L'enfant et les sortilèges", se encuentra una mezcla de múltiples géneros musicales, que permiten que se asemeje a una comedia musical, en la que grandes y pequeños pueden disfrutar.

La ópera, bajo la dirección del francés Gaël Darchen, cuenta la historia maravillosa de una niña de rizos rubios, adornados con dos lazos rojos, y un traje lleno de pintura y es interpretada por 80 jóvenes cantantes, de los que el más pequeño de ellos tiene seis años.

Pero no todo es grandioso: esa hermosa niña es una insolente que se niega a realizar los deberes que le encargó su madre. Agotada de estar en su habitación hasta que finalice sus tareas se dedica a destrozar todo lo que se encuentre en su habitación. La niña, maltrata los animales y rompe su tarea, sin medir las consecuencias de sus actos.

Lo que no sabe, ni espera, es que desde ese momento, iniciará un recorrido por la magia y la fantasía en donde libros, muebles, tazas y un reloj empiezan a cobrar vida.

Con un escenario esplendoroso, lleno de color y encanto, siempre bajo el ritmo de la banda que se encarga de poner el ambiente alrededor, los objetos despliegan una revolución en su contra, en donde le reclaman que no se van a dejar ultrajar por una niña irrespetuosa.

Los animales también empiezan una danza llena de viveza, y el escenario remonta a un jardín en donde ellos le desprecian lo que le ha realizado a sus amigos.

Las ranas, mariposas, ardillas, gatos, libélulas reclaman intensamente su trato, exponen sus quejas y la aturden con sus posibles venganzas para castigarla, hasta el momento en que cae desvanecida.

Esta ópera fue compuesta por Maurice Ravel entre 1917 y 1925 en colaboración con la escritora francesa Sidonie-Gabrielle Colette.

Para el director Darchen, en declaraciones a Acan-Efe, ésta es una ópera que tiene una gran sonoridad: "Esta vez venimos con un espectáculo del inicio del siglo XX, con una música más fuerte que corresponde un poco menos a la imagen que podemos tener de Francia, pero está compuesta por uno de los compositores más representativos de nuestro país".

El francés tiene a su mando el coro desde 1999, cuando apenas tenía 29, lo que le ha permitido consolidarse como uno de los mejores especialistas en voces de niños.

El Coro de los Niños de la Ópera de París, que ya se había presentado en Costa Rica en el 2008, siempre de la mano del director francés Gaël Darchen, es el más grande de Francia con un total de 430 integrantes, que han recorrido Europa, Asia, África y Norteamérica entre otros. ACAN-

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