El público de toros más numeroso de la historia ha estado en Barcelona

Madrid, 12 may.- El público de toros más numeroso de la historia ha estado siempre en Barcelona, según refleja José Luis Cantos Torres en su libro "La Monumental de Barcelona, de Joselito el Gallo a Manolete", presentado hoy en Madrid.

En Barcelona, de 1914 a 1923, con tres cosos taurinos en la ciudad, había 587.000 habitantes, y el aforo de la plaza Monumental era de 24.000 espectadores, mientras que en Madrid por esa época la plaza más grande daba cabida sólo a 15.000 personas, explica Cantos Torres en su libro.

Otro dato que habla de la importante afición que hubo en la capital catalana: en 1930 se dieron en la Monumental de Barcelona 57 corridas, estando abierta también Las Arenas, la otra gran plaza de la misma ciudad.

"Está claro que todo esto merecía un libro que hiciera justicia a la afición catalana y a la misma plaza Monumental", dijo el autor del libro en la presentación del mismo, en la sala Antonio Bienvenida de la Monumental madrileña de Las Ventas.

En su obra Cantos Torres revela datos como el de que "Manolete toreó 70 tardes en la Monumental, la plaza donde más actuó; también Marcial Lalanda, el que más paseíllos hizo en este coso, sumó 113, dos de ellos en corrida de seis toros para él sólo; Vicente Barrera lo hizo en 87 ocasiones; Cagancho estoqueó 44 corridas, una de ellas en solitario, con lo arriesgado que era una apuesta así con este torero de actitud tan incierta", siguió diciendo el autor.

Más cifras de toreros pretéritos que dan categoría a la Monumental son: 76 tardes Pepe Bienvenida, 69 Chicuelo y las cuatro novilladas seguidas que toreó Domingo Ortega, torero que saltó a la fama en esta plaza. "Ortega vino a Barcelona en un tren borreguero y se marchó en coche cama, después de no poder torear la quinta novillada porque se echó encima el invierno y el mal tiempo, pero su éxito en las anteriores le catapultó definitivamente a la fama", cuenta Cantos Torres.

La Monumental ha sido, según los datos que ofrece el libro, "la puerta de entrada de los toreros mexicanos, y a propósito, una anécdota que recoge también el libro, del día que se presentó Carlos Arruza y lo llevaron a hombros hasta el hotel.

Por cierto que desde la plaza Monumental hasta otro hotel que fue habitual de los toreros, el hotel Oriente, hay casi cuatro kilómetros de distancia, y en 1920 llevaron hasta allí a Ignacio Sánchez Mejías.

Uno de los grandes que fijó su residencia en Barcelona después de casarse con una catalana fue el sevillano, nacido en Tomares, Ricardo Torres "Bombita", fundador del Montepío de Toreros. Cantos Torres lo cita por la importancia que tuvo como torero "y porque los estatutos del Montepío se utilizaron después como base para crear la Seguridad Social en España. Casi nada la importancia que ha tenido el toreo en la vida de la nación".

Otra anécdota elocuente del taurinismo catalán, cuando cayó herido José Gómez "Joselito", el 5 de julio de 1914, "y la gente que quería saber de su estado a las puertas de la clínica colapsó Las Ramblas, que tuvieron que ser desalojadas por la policía". La única foto que hay de ese percance está en este libro de Cantos Torres.

En el acto de presentación se proyectó también un vídeo-reportaje que recoge lo más importante de las diferentes etapas de la tauromaquia en toda Cataluña, con música compuesta por el propio autor, quien advirtió, no obstante, que "es una pieza que no está a la venta y sólo se podrá proyectar en ambientes particulares, para no tener problemas con los derechos de autor".

En el vídeo aparecen figuras que han sido y son determinantes en el devenir taurino catalán, como Dalí, José Montilla, Joan Manuel Serrat, Antonio Gala, Vargas-Llosa, José Tomás, Picasso, Valle-Inclán, Carlos Cano, Santiago Lope y mil más de diferentes condiciones.

"Gracias a Madrid he podido dar a conocer una parte importante de las memorias íntimas de la gran dama de la tauromaquia catalana, nuestra querida Monumental de Barcelona. Han sido tres años de trabajo. Y sin que nadie se moleste, gracias otra vez a Madrid, que me ha permitido en un momento lo que durante tantos años me negaron en Barcelona, la presentación de esta obra", enfatizó el autor.

El acto fue presentado por el director del Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid, el catalán y también escritor Carlos Abella, que identificó su infancia en muchas de las elocuentes citas del libro.