El "Soul del Norte" vuelve para llenar las pistas de baile

  • Juan Carlos Gomi.

Juan Carlos Gomi.

Madrid, 2 may.- El Northern Soul es un subgénero musical que se consolidó en los setenta en el norte de Inglaterra y que ofrecía un combinado de buena y desconocida música soul, mucho baile sudoroso y largas noches sin dormir.

Este movimiento musical no buscaba grandes éxitos ni se unió a la creciente escena funk de la época; los seguidores del "Soul del Norte" se alimentaban con oscuras grabaciones del estilo soul del sello Motown pero publicadas en los sesenta en pequeñas compañías estadounidenses de Detroit, Chicago o Los Ángeles.

"Amar los discos raros" era el primer mandamiento de esta nueva religión para bailongos, que había crecido bajo las estilosas y estrictas leyes de la vida Mod.

La leyenda cuenta que los aquelarres se practicaban durante la noche y hasta el amanecer en las discotecas Mecca de Blackpool o El Casinio de Wigan, dos salas instaladas en aburridas y grises ciudades del norte de Inglaterra, lejos del glamour y las modas de la capital del Imperio Británico.

Para Alber Acedos y Dani Herranz, el Northern Soul no es una iglesia de danza anglicana y sí es una oportunidad pasarlo bien. Por eso han creado "Someday Northern soul allnighter", un evento que se celebra mañana en una sala madrileña (Galileo Galilei Club) y que pretende recuperar ese ambiente de "las fiestas soul inglesas donde predomina el baile".

Esta llegada a Madrid tiene como precedente el Big Thing Soul Weekend, una promoción "soulera" que Herranz capitaneó durante siete temporadas en Valencia y Gandía entre 2008 y 2012.

"Decidimos cambiar a Madrid por su situación geográfica y escena local. Es mucho más factible reunir a gente de toda España y Europa", explica Dani que destaca la presencia de los DJ británicos Sean Chapman y Nige Brown en la sesión de mañana.

"Es la primera vez que pinchamos en Madrid y en mi caso -dice a Efe Nige Brown- en España; algunos amigos nos han hablado maravillas del público español, muy dedicado y abierto a nuevos sonidos".

Este regreso al pasado, aunque minoritario, está más extendido de lo que parece. "En cuanto a seguidores y eventos, la escena soul es muy fuerte en Inglaterra (con encuentros como Cleethorpes o Prestatyn), le siguen muy de lejos Alemania, Italia y España. Aquí, en el País Vasco, Barcelona y Madrid, es donde se encuentra el mayor número de fans y clubes", señala Alber.

Para los iniciados en esta religión es aconsejable revisar en Youtube el vídeo clip de la canción "Mercy"(2009) de una estrella fugaz llamada Duffy. Olvídense de la canción y observen a los bailarines que acompañan a la rubia galesa. Saltos, piruetas, vueltas... Sí, lo han entendido, el Northern Soul tiene -para algunos- una forma muy particular de ser bailado.

"Cada uno baila como siente la música -explica Dani-, no hay unos movimientos encorsetados, aunque hay pasos como el spin (vueltas sobre uno mismo), o el backdrop (salto y caída al suelo para levantarse como un muelle) que son clásicos en la pista".

Además del baile, está, obviamente, la música. En la actualidad, la escena Northern tira de varios palos. Desde los denominados "oldies brigade" que escuchan los clásicos una y otra vez como si fuera el Antiguo Testamento, a los coleccionistas de sonidos no pinchados hasta ahora.

O desde los que bucean en el océano negro de los ochenta a los que se contaminan con otros subgéneros como el R&B o el góspel, todo vale si tiene "alma".

Esta labor de investigación casi pericial ha permitido resucitar a artistas como Gloria Jones y su popularizado "Tained Love", a Jesse James y su clásico "Love is Alright" o a LaBrenda Ben y su delicioso "Chaperone", por poner tres platos sonoros en un menú pantagruélico.

La búsqueda permanente de viejas joyas, el trabajo de hacer listas o la aventura de trazar mapas de las fronteras del Northern Soul son tareas interminables que, a veces, tienen su recompensa y ¡cómo no! sus gramos de felicidad arqueológica.

Sin embargo, para los organizadores del "Someday", todo debe ser más sencillo para los aficionados que se acercan a esta corriente musical. Como dicen Dani y Alber, "no hay nada que saber, solo hay que sentir, disfrutar la música y tener la mente abierta a nuevos sonidos". Eso sí, hay que tener mucho cuidado: este "soul del norte" engancha.

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