"El Viti" fundamenta en el público la clave para contrarrestar prohibiciones

  • Valladolid.- El diestro Santiago Martín "El Viti", retirado de los ruedos desde 1979, ha fundamentado en la capacidad reivindicativa del público y de la afición una de las claves para contrarrestar las amenazas de prohibición de la fiesta de los toros como actualmente ocurre dentro de la comunidad autónoma de Cataluña.

"El Viti" fundamenta en el público la clave para contrarrestar prohibiciones
"El Viti" fundamenta en el público la clave para contrarrestar prohibiciones

Valladolid.- El diestro Santiago Martín "El Viti", retirado de los ruedos desde 1979, ha fundamentado en la capacidad reivindicativa del público y de la afición una de las claves para contrarrestar las amenazas de prohibición de la fiesta de los toros como actualmente ocurre dentro de la comunidad autónoma de Cataluña.

"El pueblo se encuentra en el origen de la fiesta, la ha mantenido y la va a mantener. Yo tengo fe en el pueblo si se sigue moviendo", ha reflexionado hoy "El Viti" durante un encuentro informativo con la Agencia Efe celebrado dos semanas antes de recoger en Salamanca el Premio Castilla y León de las Artes.

Por su parte, el "granito de arena" que pueden aportar los profesionales es el de "llamar la atención para que el público siga yendo a los toros", pero es éste el que "debe protestar cuando le quiten su libertad y el derecho" a asistir a un espectáculo taurino, ha añadido quien también fue ganadero durante veinte años.

Sin dejar de lado las razones de los antitaurinos, "El Viti" alberga alguna esperanza de que la fiesta remonte en Cataluña, cuyos políticos abolicionistas, a la luz de las últimas movilizaciones, "ya saben que su actitud puede traerles malas consecuencias: creo que no lo han pensado bien".

"Cuesta trabajo considerar el respeto a los que protestan, pero hay que hacerlo porque tienen su razón. Para mí, pierden las formas, que muchas veces son las que hacen cambiar los resultados", ha advertido el diestro nacido en Vitigudino (Salamanca) en 1938 y que más veces ha cruzado la puerta grande de Las Ventas en la historia del toreo, hasta dieciséis (dos de ellas como novillero).

A sus casi 72 años, de ellos casi dos décadas en la cúspide del toreo con más de 1.200 paseíllos censados como matador de alternativa en los ruedos de España, Francia e Hispanoamérica entre 1961 y 1979, "El Viti" ha insistido en su certeza de que la afición catalana "no es lo que unos pocos nos quieren hacer ver".

Ha evocado en este sentido, al margen de su propia experiencia tanto en Las Arenas como en la Monumental de Barcelona, épocas en la que se daban más toros en esa capital que en Madrid, además de numerosos festejos en Gerona, Tarragona y Figueras con un público "de todo tipo", aficionado y de paso.

"¿Se iban a dar tantas corridas sin una historia del toreo detrás", se ha preguntado el diestro salmantino antes de hacerse eco de la figura de Pedro Balañá Fort, como uno de los empresarios ejemplares, lucidos y visionarios, que en Barcelona supo "sembrar para recoger" tanto los frutos económicos como los de la forja de aficionados.

Ganaderos, toreros y aficionados "de todo el mundo", ha añadido, se han hecho eco de la importancia de la historia del toreo en Cataluña, "por eso no puede ser que hagan ésto los cuatro que ahora tienen la batuta" en el Parlamento de esa comunidad autónoma.

Dos semanas antes de recoger la medalla acreditativa del Premio Castilla y León de las Artes, "El Viti" recuerda la dureza de su profesión, la pasión del público hispanoamericano, la exigencia y la benevolencia de la afición de Madrid, y la dificultad de Sevilla, una plaza que pudo conquistar dos años después de su presentación en La Maestranza por su tenacidad y adoración a esa plaza.

"¿Quiénes somos nosotros para decir si merecemos un premio? Lo recogeré en nombre del toreo, como el portador de una antorcha que antes han llevado otros profesionales", ha manifestado a este respecto antes de insistir en la condición del público taurino.

La fiesta de los toros es el espectáculo de masas cuyo público "nunca ha guardado rencor: un día te abronca y al otro se conforma con un quite. Nadie pierde en los toros, siempre hay un ganador", ha precisado.

Ha recordado con especial deleite al aficionado pamplonica y a su plaza sanferminera: "es otro mundo, un público único, otro espíritu el navarro, lo recuerdo con mucho cariño y me descubro ante él".

De Francia ha elogiado la organización administrativa de la fiesta, el cuidado del toro y el conocimiento de los aficionados, y al comparar su época con la actual admite la presencia ahora de un toro de mayor peso y de mejor morfología aunque de menor fuerza, mientras que en los matadores ha observado una técnica más depurada fruto de adecuadas condiciones de preparación y cuidados.

De José Tomás ha reconocido su aportación a la fiesta como un revulsivo: "asusta a la lógica, demuestra lo que cobra y ha sembrado en el aficionado el sentido de la capacidad de asombro".

Procedente de una familia humilde en la que todos los hermanos, incluido él, trabajaba en un taller de construcción de carros agrícolas, "El Viti" aprendió de su padre el valor de la obra "bien rematada", un concepto que él aplicó a su toreo, lo que unido a su tenacidad, le ayudó a sortear obstáculos y ayudado de su talento situarse en la cima del toreo en su época.

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