Elia Barceló cerrará en otoño su trilogía "Anima Mundi"

Pedro Pablo G. May

Madrid, 6 abr.- Menuda de tamaño pero gigantesca como autora y afabilísima como persona, Elia Barceló, la escritora de referencia en la ciencia ficción española, publicará el próximo otoño "Hijos de las estrellas", última parte de su trilogía "Anima Mundi".

"Hijos del clan rojo" e "Hijos de Atlantis" son las primeras novelas de esta serie que relata las aventuras de Lena, "heroína que nunca quiso serlo", frente a los "karah", seres procedentes de otra realidad que viven entre los humanos, a los que usan y desprecian.

Es el último proyecto, de momento, de esta autora alicantina, desde 1981 afincada "por amor" en Innsbruck (Austria), en cuya universidad se doctoró con una tesis sobre los arquetipos del género de terror en los relatos fantásticos de Julio Cortázar y donde hoy día ejerce como profesora de literatura hispánica.

La influencia de Barceló en el género fue corroborada por el "fandom" americano cuando la proclamó como una de las integrantes de la "trinidad femenina de la ciencia ficción en habla hispana", junto con la argentina Angélica Gorodischer y la cubana Daína Chaviano.

"Es un honor que te consideren la mejor..., aunque sería más creíble si destacara sobre otras trescientas escritoras, lo que no es el caso", reconoce Barceló a Efe con humildad, porque el género está en España "casi monopolizado por autores masculinos, salvo honrosas excepciones como Susana Vallejo, Sofía Rhei o debutantes como Felicidad Martínez".

La ausencia de más mujeres, opina Barceló, "tal vez se deba a la etiqueta del género, que parece implicar que una debe saber bastante de ciencia y técnica para escribir sobre esto y por ello muchas mujeres prefieren dedicarse a crear fantasía."

"Sin embargo, solo hace falta llevarse bien con las herramientas literarias", advierte, y su obra lo confirma pues, además del fantástico, ha trabajado otros géneros como el juvenil o el suspense.

"Personalmente me gusta ser definida como escritora a secas, sin apellidos..., elijo cada historia porque me enamoro de ella, sin importar dónde encuadrarla", insiste, antes de recordar "Las largas sombras", novela ambientada en Elda, su ciudad natal, "a medio camino entre el relato criminal y el psicológico".

Pese a ello, reconoce que "lo que más me gusta es el fantástico o, al menos, lo no cotidiano" y, entre sus propios textos, cita como favoritos "El secreto del orfebre" y "El vuelo del hipogrifo".

Sus novelas contienen, como corresponde, ideas provocadoras y así, por ejemplo, en "Consecuencias naturales", un extraterrestre embaraza a un hombre y, en "El Mundo de Yarek", plantea la tesis del exilio en un planeta desierto durante veinte años como castigo penal válido para un genocidio.

Precisamente por "El mundo de Yarek" recibió el premio UPC de 1993 que le hizo "mucha ilusión" pues demostró, en su opinión, que la "tomaban en serio". "Fui la primera mujer en ganarlo y no ha habido muchas más", subraya.

Otro galardón importante fue el Edebé de Literatura Infantil y Juvenil 2007 por "Cordeluna", que confirmó su trayectoria como autora para jóvenes.

Barceló cree que su trabajo es "maravilloso, un don muy bonito que te permite no tener jefes ni horarios..., pero también requiere mucho sacrificio y una disciplina feroz para hacer frente a tantas horas en solitario".

Un esfuerzo que a veces no se ve compensado "si la editorial no te apoya adecuadamente o tu público no aprecia la historia que has escrito con tanto cariño".

En ese sentido, echa de menos la presencia de "buenos editores" en la industria del libro, ya que "por desgracia cada vez hay menos y están siendo sustituidos por especialistas de mercadotecnia que no entienden lo que es cultura y lo mismo venden libros en una editorial que podrían vender bragas o magdalenas en empresas de sectores diferentes".