Enrique Baltanás subraya que "los aforismos son volaterías que se cazan como las mariposas"

  • Sevilla.- El poeta, escritor y profesor de la Universidad de Sevilla Enrique Baltanás, que ha publicado una colección de aforismos bajo el título "Minoría absoluta", ha dicho a Efe que considera los aforismos como "volaterías que se cazan como las mariposas".

Enrique Baltanás subraya que "los aforismos son volaterías que se cazan como las mariposas"
Enrique Baltanás subraya que "los aforismos son volaterías que se cazan como las mariposas"

Sevilla.- El poeta, escritor y profesor de la Universidad de Sevilla Enrique Baltanás, que ha publicado una colección de aforismos bajo el título "Minoría absoluta", ha dicho a Efe que considera los aforismos como "volaterías que se cazan como las mariposas".

"A los aforismos los llamo volaterías porque son cosas, pensamientos, imágenes, que están volando por el aire, a tu alrededor, normalmente se te escapan, pero a veces, si estás atento, logras cazarlas con la red, como el cazador de mariposas", señala el autor, para añadir: "Aunque yo más bien lo que cazo son musarañas; y más bien están dentro que fuera."

Baltanás, que ha publicado su colección de aforismos con el sello La Veleta, asegura que no le importa mezclar los géneros, de modo que en este libro hay aforismos propiamente dichos ("Para practicar el amor libre hay, primero, que prescindir del amor"), greguerías ("El tiempo, en el reloj de sol, se detiene cortés un momento para dejar pasar una nube"), simples chistes ("Evidencia: Moa no es Mao") y hasta microrrelatos.

Algunos son más líricos o más poéticos ("El otro lado del espejo nos está diciendo: ná es ná"), otros más son combativos y disidentes ("Las feministas son unas señoras a las que el sexo se les ha subido a la cabeza"), a veces, más ingenuos y ramonianos ("La O se admira de todo"), otras veces se tornan clases de periodismo ("Titular: decisión de que algo sea noticia") y hasta críticas de arte ("No es arte si no consigues enterarte").

El autor destaca la variedad temática de "Minoría absoluta": política, filosofía, religión, costumbres, crítica literaria..."hay -dice- de todo lo que nos rodea; todo lo que vuela a nuestro alrededor, sea del género que sea, siempre que podamos darle alcance, claro".

Pese a tal variedad se ha empeñado "en que haya un tono predominante, que es el tono de humor, un humor que será más dulce o más cáustico, depende", aunque advierte: "No puedo escribir con mala leche; a lo único que no me gusta echarle vinagre es a la literatura; bastantes sofocones nos llevamos ya en la vida".

A la pregunta de si escribir un aforismo o "volatería" es tan fácil como puede parecer, contesta: "No, por supuesto. A todos se nos ocurren cosas, pero lo difícil es darle la expresión adecuada, limar, corregir, como cualquier otro texto. Y luego, que para escribir -afirma- hay que tener algo en la cabeza. Si no, ¿de qué?".

Sobre el género aforístico dice que "quizás es ahora cuando más de moda está" en España, "coincidiendo con el éxito de otro género menor, el microrrelato".

"Como era de esperar, internet también ha favorecido el aforismo. Bastar consultar la Wikiquote o tantos blogs o revistas digitales; por supuesto, hay también enemigos del aforismo, que casi siempre y paradójicamente son autores de muchos: 'Aforismo: píldora de sabiduría barata al alcance de cualquier idiota', ha escrito Joaquín Sabina que, por descontado, también cultiva el aforismo", concluye.

Por Alfredo Valenzuela

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