Enrique Ponce: "Bilbao es de las plazas donde más siento como torero"

  • Enrique Ponce es desde hace años torero predilecto de la afición bilbaína, con la que celebra este martes sus 25 años de alternativa, una cita especial pues Bilbao (norte) es para él como su segunda casa, de las plazas donde más se siente "como torero".

Javier López

Madrid, 17 ago.- Enrique Ponce es desde hace años torero predilecto de la afición bilbaína, con la que celebra este martes sus 25 años de alternativa, una cita especial pues Bilbao (norte) es para él como su segunda casa, de las plazas donde más se siente "como torero".

Así lo reconoce el propio Ponce en una entrevista con Efe, a sólo 48 horas de trenzar el paseíllo por la peculiar arena grisácea del coso de Vista Alegre, en la que actuará mano a mano con el rejoneador navarro Hermoso de Mendoza, que precisamente mañana cumple también 25 años de doctorado.

"Va a ser una tarde muy bonita para ambos. Pablo y yo somos amigos, coetáneos y dos viejos románticos de esto del toreo, y qué mejor manera de celebrar nuestros 25 años de alternativa y más de 2.000 corridas a nuestras espaldas que toreando juntos en una plaza importantísima en nuestras carreras", refiere Ponce.

Una tarde con un destacado componente emotivo por lo que ambos representan en sus correspondientes disciplinas taurinas, y no tanto de rivalidad entre dos toreros que compiten en diferentes ligas.

"La competencia esa tarde será contra nosotros mismos y contra nuestra propia historia en la plaza de Bilbao", dice quien destaca la importancia de que cada uno matará tres toros de distintos encastes, algo que le da "un aliciente especial" a la corrida.

Pero más allá del resultado artístico a Ponce lo que realmente le motiva es vestirse de torero un año más en las Corridas Generales, "una feria única por la seriedad y el equilibrio de todos sus actores: empresa, Comisión Taurina y Junta Administrativa, afición y, sobre todo, el llamado toro de Bilbao".

Una denominación que denota la seriedad, trapío e integridad de todos los astado que saltan por los chiqueros del coso de Vista Alegre, y con el que Ponce ha escrito páginas de oro en la historia taurina de la capital vizcaína, a la que no ha faltado a lo largo de 24 años consecutivos, en la que ha actuado en 57 ocasiones y ha abierto cinco veces la Puertas Grande

"Recuerdo de manera especial un toro de Sepúlveda en la corrida de la prensa del 92, uno de Atanasio en el 94, varias corridas con toros de Samuel Flores, es especial el toro 'Cartujillo', un toro de Victorino; 'Cucañero', en el 99; otro de Zalduendo en 2006, otro del Ventorrillo de nombre 'Histrión', otro de Alcurrucén en 2011 y las tardes del 2013 con toros de Garcigrande y Alcurrucén", rememora.

"Son tantos recuerdos..., el caso es que gracias a todas esas tardes se me considera 'torero de Bilbao', un privilegio que te da solamente su afición. Obviamente eso se gana en el ruedo, y no por una tarde sino por una gran trayectoria y un 'feeling' especial. Me emociono cuando se unen los nombres de Ponce y Bilbao, pienso que siempre estaremos unidos como historia viva del toreo", apostilla.

Bilbao será el punto álgido de una campaña en la que Ponce ha cosechado grandes triunfos, ha tenido emotivos reencuentros y ha sufrido también un grave percance en Valencia, del que, confiesa, aún no está recuperado del todo, ya que todavía se le cargan las clavículas cuando hace esfuerzos.

"Aún así estoy muy contento, volver a Sevilla y Madrid fue muy especial, sobre todo porque fueron dos tardes muy importantes que la espada impidió que fueran de premio, pero también me quedo con las últimas actuaciones en Huelva, Pontevedra, El Puerto de Santa María y Dax, donde he sentido alcanzar por momentos la perfección de lo que busco como torero", asegura Ponce.

La única tristeza es no poder compartir este año con su abuelo Leandro, quien le inculcó la afición taurina y le ayudó en sus inicios, y que falleció el año pasado con 100 años.

"Me acuerdo mucho de él, y más ahora, pero seguro que desde el cielo, además de enseñar a torear a alguna cuadrilla de angelitos, me estará echando una mano para que todo vaya bien", manifiesta.

A pesar de los 25 años que lleva como matador y nueve más desde que debutara en público en su Chiva natal con tan sólo nueve años, Ponce asegura que "aún" se encuentra "a gusto" delante del toro, pero también reconoce que "son muchos los años y las corridas" que lleva en su vida, lo que le hace pensar "en una despedida no muy lejana".

"Lo único que quiero es ser feliz, y cuando llegue el momento, irme del toreo y hacerlo bien, lo demás ya es historia", asegura. EFE

jlp/ps

(Recursos de archivo en www.lafototeca.com. Código 6871827 y otros"

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