Ésta no es una foto en alta resolución

  • Parecen fotografías en alta resolución tomadas desde dentro de un coche, pero en realidad son cuadros cuyos tiempos de ejecución recuerdan los de los grandes maestros de la pintura. Así es como el artista estadounidense Gregory Thielker pinta la modernidad que le rodea. Se encuentre donde se encuentre.
Así es como el artista estadounidense Gregory Thielker pinta la modernidad que le rodea - Gregory Thielker
Así es como el artista estadounidense Gregory Thielker pinta la modernidad que le rodea - Gregory Thielker
Gregory Thielker
Alessia Cisternino

A veces es como mirar la televisión. Hay personas, hay paisajes, hay acción. Quizás no haya sonido, pero la escena se entiende perfectamente, nos captura, nos fascina. Por eso la fotografiamos desde dentro el coche, protegidos por el parabrisas y a lo mejor por una cortina de lluvia.

Esto es lo que hacemos cada día independientemente de que al final apretemos o no el botón de una cámara fotográfica: robamos realidad. Gregory Thielker es un artista estadounidense que en los últimos cinco años con su proyecto Under the Unminding Sky se ha convertido en el más profesional de los ladrones de realidad. Desde su coche y con los pinceles en la mano.

"Me gusta conducir" afirma Gregory. "Mirar desde el punto de vista privilegiado del coche es algo que experimentamos todos, pero al que rara vez prestamos atención. Cuando empecé a trabajar en las pinturas desde este punto de vista, me di cuenta de la complejidad que este situación implicaba: el coche está en movimiento y sin embargo nos quedamos quietos, protegidos de la intemperie por el parabrisas. Es una paradoja. Cuando estás dentro de un coche, es como ver una obra de teatro, en la que toda la acción es real".

Momentos de vida contundentes de los que las personas están ausentes – "porque son una distracción" explica Gregory – y sobre los que cae sin parar una lluvia que lo hace todo a la vez borroso y fascinante.

Luego viene el click de una cámara fotográfica, seis meses de trabajo y una media de cinco capas de pintura para cada cuadro. Algo que Gregory consigue con gran devoción, paciencia y cierta cantidad de cafeína, comida sana, comida menos sana y algunos tragos de la adictiva, según sus palabras, Thums Up cola.

"No hay mucho de imaginación en mis cuadros, sólo se trata de ejecutar", afirma Gregory Thielker. Y sin embargo no todos serían capaces de sacar tanta inspiración de algo que normalmente no nos suscita mucho más que una mirada atenta. Y sobre todo a muy pocos artistas contemporáneos se les ocurriría representar la realidad de una manera tan rigurosa como lo hacían los grandes maestros de la pintura. Antes de que llegara la fotografía.

No es una casualidad si Gregory Thielker admite tener al fotógrafo estadounidense Lee Friedlander y al pintor también estadounidense Ed Rusha – un profesional del engaño óptico de la pintura-fotografía – entre sus fuentes de inspiración. Además de las preguntas, dice, y de la soledad.

Por lo que se refiere al inmediato futuro, en este momento Gregory Thielker está metido en un proyecto algo original que le ha llevado de New Jersey a Delhi: una serie de cuadros que tienen como objeto y fuente de inspiración la Grand Trunk Road, una carretera que conecta desde hace siglos las grandes ciudades del Asia el sur.

"Lo que me fascina es que una carretera que ha sido utilizada durante siglos ahora está siendo rediseñada", explica Gregory "y creo que así como cambian las carreteras, también lo hacen las personas. Solo hace diez años, esta carretera la utilizaban carros tirados por bueyes, bicicletas y algún automóvil. Ahora puede convertirse en una autopista rápida como cualquier otra en el mundo. Lo que me interesa es como la gente que vive cerca de esta carretera está percibiendo estos cambios. Es un buen desafío".

Un desafío para cualquier viajero y más aun para un pintor acostumbrado a describir la realidad desde su coche. Un artista impresionante cuyas obras merece la pena conocer para ver claramente lo que hay en el mundo. Como en una fotografía en alta, pero con mucho más tiempo de reflexión detrás.

Mostrar comentarios