Expertos en danza reclaman mayor visibilidad y un festival propio

Madrid, 28 abr.- Expertos del mundo de la danza se han reunido hoy en el Primer Encuentro por la Danza Española para reclamar a los programadores que contribuyan a dar "mayor visibilidad" al sector con la puesta en marcha, entre otras medidas, de un festival propio.

El Conservatorio Profesional de Danza Mariemma de Madrid ha sido el encargado de organizar el Primer Encuentro por la Danza Española como un foro en el que coreógrafos, bailarines, directores de destacadas compañías, profesionales y representantes de las administraciones públicas reflexionen sobre la situación actual de la danza española.

Miguel Ángel Rojas y Carlos Rodríguez (Rojas & Rodríguez); Manuel Segovia (Ibérica de Danza); Daniel Doña (Daniel Doña Compañía de Danza Española); Eugenia Eiriz (Fundación y Compañía Antonio Gades); Antonio Pérez y David Sánchez (Enclave Español) y Carlos Vilán (Ballet Español de Carlos Vilán) han participado en la primera mesa de la mañana, moderada por Mar Mel y Cristina Marinero.

También participan en esta jornada Antonio Garde, subdirector de música y danza del INAEM; Antonio Najarro, director del Ballet Nacional, y Ana Cabo, directora de Madrid en Danza.

En la primera mesa se han analizado los factores por los que la danza española no disfruta de la suficiente presencia en los escenarios, de los problemas que dificultan su difusión y de las iniciativas que pueden contribuir a mejorar esta situación y a promocionar esta disciplina artística.

Para el bailarín y coreógrafo Daniel Doña, actualmente no existen "referentes" que apuesten por la danza española, que se encuentra "sin circuito ni representantes en los comités de danza", lo que hace -ha dicho- que esta representación artística sobreviva "gracias a los festivales que tienen la deferencia" de incluir a las compañías en su programación.

"No tenemos visibilidad, por lo que da igual cómo uno se quiera dar la vuelta", ha señalado el director de la compañía Daniel Doña, quien ha considerado "incomprensible" que no exista ningún festival "exclusivo" de danza española.

Daniel Doña ha asegurado que le da "pena" que el "peso de la tradición" recaiga en su totalidad en el Ballet Nacional de España, "que, sin dejar de representar a la tradición, también quiere evolucionar", y como referente de todas las compañías privadas está obligado "a dar cabida a la nueva evolución de la danza española y a su pluralidad".

Carlos Rodríguez, de la compañía Rojas & Rodríguez, ha apostado por "darle un cambio a la danza española" y lograr que el público "conozca" la evolución que la misma ha experimentado, ya que -ha dicho- "se ha quedado con una imagen obsoleta y antigua dentro de un marco que se ha movido mucho".

Para Antonio Garde, subdirector de Música y danza del Inaem, la labor de este organismo es que la danza encuentre plataformas "para dar el salto y hacerse visible" en el escenario internacional, algo que hace a través del Ballet Nacional de España.

Garde ha recordado que este año la convocatoria pública cuenta para el sector con 6 millones de euros, habiendo recuperado, tras el "importante recorte" presupuestario del año pasado, la cuantía de 2012, y ha considerado fundamental "reforzar el apoyo" a los circuitos que ahora existen, el de Danza a Escena, el de la Red de Espacios Alternativos y el de Festivales en espacios no convencionales.

El I Encuentro por la Danza Española se ha convocado ante la "alarma" surgida por la "escasa presencia" de la danza española en los escenarios y ante el riesgo de que su futuro pueda estar en peligro, por lo que todos los presentes han apostado por elaborar un plan de acción que permita resolver esta situación.

Además de la escasa visibilidad del mundo de la danza en los escenarios, los representantes de las compañías han lamentado la ausencia de espacios para exhibir sus creaciones, la existencia de jóvenes creadores e intérpretes sin expectativas de futuro y el desconocimiento por parte del público de la danza, además de la falta de demanda, que todo ello conlleva.

Eugenia Eiriz, de la Fundación Antonio Gades, ha señalado que las compañías no sienten su reconocimiento desde las instituciones "como patrimonio cultural", y ha echado en falta una entidad específica a la que poderse dirigir.