Exposición evoca la visión surrealista de Ponç en sus ilustraciones de libros

  • La relación entre el artista surrealista Joan Ponç (1927-1984) y la literatura se evoca desde hoy en una exposición en la Sala Crater que reúne sus grabados realizados para ediciones de El Quijote, para un poema de J.V.Foix y su serie "Metamorfosis Kafka-Ponç".

Barcelona, 19 abr.- La relación entre el artista surrealista Joan Ponç (1927-1984) y la literatura se evoca desde hoy en una exposición en la Sala Crater que reúne sus grabados realizados para ediciones de El Quijote, para un poema de J.V.Foix y su serie "Metamorfosis Kafka-Ponç".

El comisario de la exposición, Jordi Carulla, ha señalado a Efe que de las numerosas colaboraciones de Ponç con la literatura "resulta muy interesante la serie que dedicó al Quijote (1978), compuesta por 20 grabados, con una estética reconocidamente 'ponciana', en la que el artista remarca el mágico oscurantismo".

Con esta serie, Ponç se suma a una larga lista de artistas que se aproximaron a la genialidad cervantina, con nombres como Hogarth, Gustave Doré, Honoré Daumier, Pablo Picasso, Salvador Dalí, Roberto Matta o Antonio Saura.

Según Carulla, Ponç, mejor que nadie, "supo captar el carácter surrealista de la obra de Cervantes, al tiempo que tomó la figura del caballero como emblema de la cultura y la paz".

En el mismo espacio se pueden contemplar los 25 grabados que integran la serie "Metamorfosis Kafka-Ponç", en los que, en palabras de Carulla, destila "un estilo también 'ponciano', si bien más geométrico y analítico".

Esta visión que ofrece la exposición, que estará abierta al público hasta el próximo 15 de mayo, se completa con una tercera serie, "La pell de la pell" (1972), que sirvió para ilustrar el poema homónimo de J.V. Foix, y del que se exhiben seis de los 27 grabados.

Ponç, señala el comisario de la muestra, fue capaz de crear unas imágenes que hacen inteligible textos universales de la literatura, como el Quijote o "La metamorfosis" de Kafka.

En su opinión, Ponç hizo en los años setenta lo mismo que hoy el mundo del cómic hace revisando clásicos de la literatura.

El artista dio salida a su talento como ilustrador de textos en el momento de la gestación del grupo vanguardista de posguerra Dau al Set, del que formaron parte figuras como Antoni Tàpies, Modest Cuixart, Joan-Josep Tharrats o Joan Brossa.

La Sala Cràter ha reunido asimismo todos los libros de artista que realizó Joan Ponç, entre ellos las "97 notes sobre ficcions poncianes", con textos de Foix (1974); "Parafragamus" (1947), que realizó con Joan Brossa.

Posteriormente, realizó "L'exploració de l'ombra" con Joan Fuster (1974) y dos libretos con Luis Goytisolo, con quien compartió amistad y estancias en Cadaqués: "Devoraciones" y "Ojos, círculos y búhos" (1975).

Su relación con la literatura culminó con las dos series más elaboradas, las "Metamorfosis Kafka-Ponç" (1978), con texto de José Corredor-Matheos; y "El Quijote" (1978), que nunca llegó a convertirse en un libro.

En las "Metamorfosis", Ponç hace suya la tragedia subjetiva en 25 dibujos que exploran las sombras, en este caso, del sujeto insecto Gregor Samsa, "utilizando su dibujo más figurativo, dejando constancia con sencillez de su dominio del medio, extrayendo el máximo resultado de la técnica del grabado", señala Carulla.

En su última serie, la del Quijote, continúa con el estilo figurativo y lleno de detalles de las "Metamorfosis", aunque "lucen más las degradaciones de colores de los fondos".

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