Feijóo cree que el engaño "abre el foso entre la sociedad y los políticos"

Madrid, 8 abr.- El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, ha dicho hoy que cree que el engaño es lo que "abre el foso entre la sociedad y los políticos" y ha asegurado que "el político que pretenda vivir en la mentira es anacrónico" y está "condenado progresivamente al aislamiento".

En la presentación de un informe elaborado por Estudio de Comunicación y el diario ABC, en la Universidad Pontificia de Comillas, sobre las relaciones institucionales entre política y empresa, Feijóo ha dicho que el intercambio de ideas entre políticos y empresarios "representa uno de los sustentos de la democracia" y ello será "fructífero si descansa en la verdad, la transparencia y la confianza".

A juicio de Feijóo, la mentira en el siglo XXI "es difícil de mantener" porque "son tantas y tan variadas las fuentes de información en las que bebe el hombre contemporáneo que resulta imposible que haya un poder o institución que pueda condenarlo a la sed".

El presidente gallego no cree que la causa principal del distanciamiento entre el ciudadano y el oficio político sean las "equivocaciones" ya que los ciudadanos razonables, "la mayoría silenciosa sobre la que se asienta la democracia", entienden que "un político puede equivocarse en un diagnóstico" y en consecuencia "en el tratamiento", pero no toleran el engaño.

Feijóo ha comparado la relación entre los ciudadanos y los políticos con la de un periódico y sus lectores, dado que no se exige al diario que tenga una tirada masiva en la que sólo existan buenas noticias pero sí que las informaciones que publique sean veraces, ya sean buenas o malas.

Sobre las relaciones entre las empresas y los políticos, Feijóo ha dicho que durante un tiempo estuvieron viciadas por la sospecha, ya que "daba la impresión de que eran realidades antagónicas cuyo contacto podía producir una especie de contaminación nociva", lo que produjo que los "canales de información fueran poco menos que clandestinos" como "si unos y otros estuvieran cometiendo un pecado".

En este sentido, ha dicho que concibe un país o una comunidad autónoma como "el conjunto de sus ciudadanos y en consecuencia como el conjunto de sus empresas" y ha subrayado que Galicia ha dado ejemplos notorios recientemente y ha puesto como ejemplo empresas como Inditex, Citroën, Alcoa o el compromiso de Pemex con los astilleros gallegos.

Para Feijóo, el intercambio de ideas entre políticos y empresarios "representa uno de los sustentos de la democracia económica" y será fructífero si descansa en "la verdad, en la transparencia y en la confianza".

Ello ha provocado, según el jefe del Ejecutivo gallego que su comunidad se distinga por su "solvencia y por su rigor presupuestario" porque "muchas de las medidas que ha adoptado se inspiran en la trayectoria de emprendedores".

Se ha referido a la Ley de Emprendimiento, puesta en marcha recientemente en Galicia, y al desarrollo de disposiciones que blinden la eficiencia de las administraciones públicas porque "es necesario que la austeridad, la eficacia administrativa y el ahorro deben quedar impregnadas en la administración" para que no vuelva a ocurrir lo que ha desembocado en la mayor crisis de la democracia.

"Queremos convertir estos principios en preceptos sagrados, en las tablas de la ley de cualquier político y de cualquier gesto público porque es útil para los parados, para los pensionistas y para los estudiantes".

Ha subrayado la solvencia de Galicia, que no ha gastado más de lo que tiene durante 2009, 2010, 2011 y 2012, lo que ha tenido efectos directos en la economía como lo demuestra que hayan colocado el cien por cien de su deuda pública en los mercados ordinarios en los primeros noventa días del año.

Feijóo ha concluido su intervención asegurando que su "empresa es Galicia, de dos millones ochocientos mil accionistas" y que le ha elegido por segunda vez como "consejero delegado", por lo que hará "todo lo posible por conseguir contratos y puestos de trabajo, en el cumplimiento estricto de la ley".

El estudio sobre "Las relaciones institucionales: Comunicación entre políticos y empresarios" destaca que según los políticos las filtraciones interesadas a los medios de comunicación y la presión pública son un obstáculo para las relaciones institucionales de las empresas.