Fernando Arrabal pide a los Reyes Magos un catálogo de imposibles

  • Una relación de peticiones en su mayoría inalcanzables, en ocasiones utópicas y por encima de todo 'arrabalescas' por críticas e irreverentes, ha formulado el dramaturgo Fernando Arrabal en una peculiar "Carta a los Reyes Magos" (Rey Lear), una breve, amarga e irónica pieza inédita.

Roberto Jiménez

Valladolid, 1 dic.- Una relación de peticiones en su mayoría inalcanzables, en ocasiones utópicas y por encima de todo 'arrabalescas' por críticas e irreverentes, ha formulado el dramaturgo Fernando Arrabal en una peculiar "Carta a los Reyes Magos" (Rey Lear), una breve, amarga e irónica pieza inédita.

"El primer pasaporte, coleccionable, que expida la República Nazional de Cataluña" y "el primer carné de socio, también coleccionable, del Sindicato de Salvapatrias Vascos", figuran entre las solicitudes que ha plasmado Arrabal en su misiva junto a "un racimo de ojos de los señores que se ocultan tras el término 'mercados' para disfrutarlos como Nerón".

Los nacionalismos extremos, los excesos de la globalización, los fundamentalismos de tinte religioso y la dictadura de la economía y de la política, también son objeto de este repertorio de críticas, encadenado en forma de ítem y dirigido a unos Magos de Oriente en quienes pronto perdió la confianza.

El catálogo de imposibles incluye también "un frasco de tinte para el pelo de ese ministrillo español al que se le transparentan las ideas", además de "el peluquín de ese egregio miembro de la Real Academia Española que todos sabemos".

El listado viene precedido de una carta dirigida a los Reyes Magos en la que Arrabal no soslaya la amargura de una vida, la suya, que repasa en unas apresuradas pero contundentes líneas.

"Creo que fue la primera vez, en Melilla, cuando ustedes me regalaron, a escondidas de todos, el don de las lágrimas", reprocha a los sabios de Oriente el autor de "La torre herida por el rayo" en una amarga epístola donde también les afea la ausencia de respuestas "ni cuando creía en ustedes a pies juntillas".

El periplo penitenciario de su padre, represaliado por las fuerzas franquistas durante la Guerra Civil y su posterior desaparición, tampoco evita Fernando Arrabal, quien reconoce que muy de niño dejó de creer en esos célebres personajes bíblicos al darse cuenta "de que ustedes -les escribe- no creían en mí".

"Fantásticos Reyes Magos, díganme: qué pensaría el niño que fui en Ciudad Rodrigo del desterrado que soy", reflexiona en otra parte de un texto que prologa Pollux Hermúñez, amigo de Arrabal, de quien piensa que, precisamente, su "infancia crónica" le ha convertido en "uno de los españoles más universales".

La copiosa obra de ese niño que acaba de cumplir 80 años de edad, añade Hermúñez, "ha marcado la estética, la literatura y sobre todo el teatro de la segunda mitad del siglo XX".

Conocidas han sido las cartas literarias redactadas por Arrabal a personajes esta vez reales, del siglo XX, como las remitidas a Franco, Stalin y Fidel Castro, ha recordado por su parte el periodista y editor Jesús Egido, director de las editoriales Rey Lear y Reino de Cordelia, que fundó hace cuatro y seis años, respectivamente, después de una trayectoria periodística en Diario de León, La Crónica de León, Diario 16 y la revista Tribuna.

Fernando Arrabal (Melilla, 1932), residente en París desde 1955, "es un autor de mucha importancia, de culto en Francia, incluso fue nominado al Premio Nobel, amigo de Samuel Beckett, pero que en España está bastante olvidado", ha explicado a Efe.

"Es un escritor de un enorme prestigio internacional, pero aquí le tenemos muy poco valorado, acaso por su carácter juguetón, por esa manía de reirse de casi todo", ha añadido.

"Carta a los Reyes Magos", inédito hasta la fecha y con ilustraciones a dos tintas de Miguel Ángel Martín, estrena en la editorial Rey Lear la colección Snacks, de pequeño formato y dedicada a textos breves.

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