Un representante de futbolistas de tres al cuarto, una promesa argentina y un ginecólogo metido a agente por accidente. Son los mimbres de En fuera de juego, la película que David Marqués ha presentado hoy en el Festival de Málaga acompañado de muchos de sus actores, entre otros Fernando Tejero, que suena entre los favoritos para el palmarés, pero por otra cinta.
Tejero ha saltado al drama con Cinco metros cuadrados, y puede ser su pasaporte a un premio importante. "He hecho mal en quedarme en Málaga durante toda la semana porque no hacen nada más que decirte que te van a dar el premio, y te tomas pastillas para los nervios, e intento estar lo más retirado del festival para no oír esos comentarios”.
En En fuera de juego está acompañado por Diego Peretti, Patricia Montero, Pepe Sancho, Hugo Silva, Laura Pamplona y Chino Darín, hijo del gran Ricardo Darín, que también hace una breve aparición en la cinta. Mención aparte merecen los muchos cameos como los jugadores de fútbol Iker Casillas y Palermo o el periodista José Ramón de la Morena.
La intención confesa de la película es unir a dos culturas apasionadas con el mundo del fútbol como son Argentina y España. Aún así, Marqués explica que eso en realidad el deporte rey es una excusa para hablar de las personas:“De unas, que se mueven por pasión y por amor al deporte; y de otras, que lo hacen por dinero".
El peso del tiempo
La segunda película presentada hoy ha sido la vasca Arriya (La piedra), en la que Alberto J. Gorritiberea reflexiona sobre el paso del tiempo y la esperanza desde un presente que está anclado en el pasado.
La historia transcurre en un pequeño pueblo fronterizo del País Vasco y donde tres familias se ven envueltas en una apuesta. Aunque, arrastrados por el envite, tres jóvenes amantes, incapaces de luchar contra la inercia de la sociedad que les rodea, entrecruzan sus destinos y ven pasar el tiempo alrededor de sus vidas. El concreto, el enfrentamiento se produce entre la familia de Peru y la de María, que sellarán un enfrentamiento que terminará en un viaje sin retorno, el devenir del pueblo y de sus habitantes.
"En la película aparentemente el tiempo va hacia atrás, porque estoy contando un tiempo memorial, no estoy haciendo historia, estoy contando mi vida de memoria, por conceptos que subyacen", ha apuntado. "Es una mirada, con cierta crítica constructiva, con mucho amor, a un contexto que me ha tocado vivir".
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