Flavia Company indaga en el perdón y la culpa en "Que nadie te salve la vida"

  • Carmen Sigüenza.

Carmen Sigüenza.

Madrid, 6 sep.- Kafka decía que la literatura tenía que ser como un martillazo en el cráneo, y la escritora argentina Flavia Company, va por ahí en su nueva novela "Que nadie te salve la vida", una narración sobre el perdón, la culpa y la piedad, con la que pretende agitar conciencias en tiempo de crisis y modorra ética.

Company (Buenos Aires, 1963) afincada en Barcelona desde hace años, es una de las voces más singulares y valoradas de la lengua en castellano. Maestra del relato, traductora y filóloga tiene su puesto consolidado en Alemania, donde su anterior novela "La isla de la última verdad" es todo un éxito, un libro que acaba de llevar a Inglaterra y Estados Unidos.

Y en "Que nadie te salve la vida", publicado por Lumen, una obra muy importante en la carrera de esta autora, según explica a Efe, traza un narración moral y filosófica, por donde circula como vaso comunicante "Crimen y castigo", de Dostoiesvki, una obra que es también una pieza de la novela.

La autora de "Con la soga al cuello" planta cara aquí a cuatro personajes, dos de ellos centrales, los dos amigos; uno de ellos al que le acaba de decir el médico que le quedan cuatro meses de vida y que decide saldar sus cuentas antes de irse de este mundo, y otro, su único amigo, que le pide un último favor antes de fallecer.

Culpa, falta de escrúpulos, remordimientos, deseos frustraciones, mentiras, verdades. Todo ello está en esta novela aderezada con una estructura de suspense y sin que se vea la tramoya tan compleja que teje esta malabarista del lenguaje.

"Esta es la cara B de la moneda que fabrique con 'La isla de la última verdad'; en la isla, era la cara A, y el bueno optaba por el bien y aquí el bueno opta por el mal", explica a Efe esta profesora de relato.

Una novela en la que las palabras que están acuñadas en relieve son empatía, piedad o misericordia. "Se pude escoger cualquiera de estas palabras pero la empatía es lo único que nos hace humanos; lo único que nos permite hacer el bien, en vez del mal, es el aceite que hace que los humanos convivan", sostiene la autora.

Pero otro de los temas de la novela es el perdón, "porque también la empatía se muestra a través del perdón, de pedirlo y darlo", matiza Company, para añadir que es un asunto muy actual.

"Todavía en Alemania se está pidiendo perdón por los crímenes nazis porque los judío sigue reclamándolo, y con ETA pasará lo mismo, porque el perdón se hereda, lo que no se hace en el momento adecuado se hereda, y el mal se hereda, igual que el bien y eso es la idea de la novela", apunta.

Y es que en "Que nadie te salve la vida", el protagonista que está condenado a muerte por su enfermedad deja una carta para una hija biológica, de cinco años -que nació gracias a la aportación de su semen-, para que la lea cuándo ésta tenga 25 años.

Una carta que recibirá junto con un ejemplar de "Crimen y castigo" y que juega un papel fundamental, porque es el "símbolo de la memoria histórica", según Company.

"Aquí estoy hablando de que el pasado vuelve si no está resuelto, y la carta y el ejemplar de 'Crimen y castigo' habla de la importancia de la emoción y el saber mediante la palabra escrita, que es la literatura. La cultura es el esfuerzo por ser mejor", sentencia.

Una idea que en "esta circunstancia de recortes morales y económicos y donde la cultura se mezcla con el espectáculo", Flavia Company quiere que resuene y quede clara. "La literatura es la historia de la imaginación del mundo, la historia del dolor del mundo. Es un testimonio, no un entretenimiento", concluye.

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