García Vilanova: "El trabajo del freelance sólo compensa si sirve para algo"

  • El fotógrafo catalán Ricardo García Vilanova, liberado el pasado 29 de marzo tras 200 días secuestrado mientras trabajaba en el conflicto sirio, considera que actualmente "el trabajo del 'freelance' sólo compensa si sirve para algo".

Valencia, 17 may.- El fotógrafo catalán Ricardo García Vilanova, liberado el pasado 29 de marzo tras 200 días secuestrado mientras trabajaba en el conflicto sirio, considera que actualmente "el trabajo del 'freelance' sólo compensa si sirve para algo".

García, que ha concedido una entrevista a EFE, ofrece hoy una conferencia en Valencia que se enmarca en la cuarta edición del PhotOn Festival, una cita internacional sobre fotoperiodismo que ha programado varias exposiciones y en diversos puntos de la ciudad.

Al igual que el periodista de El Mundo Javier Espinosa con el que compartió su cautiverio en Siria, Ricardo se niega a realizar cualquier tipo de comentario sobre el secuestro, si bien reconoce que la reciente experiencia en este país es la que más le ha impactado a lo largo de toda su trayectoria profesional.

"Se trata de un conflicto enquistado, en el que ha habido más de 200.000 asesinatos y que deja millones de refugiados", explica.

En su conferencia, García Vilanova trata de explicar algunos aspectos básicos del trabajo del fotoperiodista autónomo en una zona de conflicto, aspectos técnicos y también motivaciones, algo a su juicio esencial para afrontar la decisión de cubrir una guerra.

"Uno se considera transmisor de historias, siempre pensamos que nuestro trabajo sirve para algo, de lo contrario no tendría sentido ir", reconoce este fotógrafo de 42 años, quien sin embargo se ha encontrado con comportamientos extremadamente absurdos en su trayectoria, como el de "un conductor de camiones japonés, que en vez de irse de vacaciones a las Bahamas, se gastaba sus ahorros en turismo bélico".

Tras catorce meses en Siria, García Vilanova reconoce que le fue posible moverse con profundidad en este conflicto porque "trabajaba con amigos, más que con otros compañeros, con médicos, activistas o gente de la calle que me abrió la puerta de sus casas", un factor que más allá de la huella personal, fue clave en lo económico.

"No hubiese podido subsistir todo ese tiempo porque no tenemos sueldos ni asignaciones fijas. El trabajo de los autónomos en zona de conflicto ha cambiado mucho. Antes disponías de dinero para gastos, pero ahora eso ha desaparecido y los medios, además, quieren que estés sobre el terreno antes de decidir si una determinada historia les interesa o no", añade.

Tras perder todo su equipo de foto y vídeo en Siria, fue un compañero, un corresponsal de la CNN en el Líbano quien le puso en marcha una campaña en internet para recaudar fondos y ayudarle a recuperar parte de su material.

Gracias a unas uniones inventadas y creadas por él mismo, García Vilanova suele trabajar con la cámara de vídeo acoplada a la de foto en pleno conflicto.

"Todavía no he encontrado una cámara réflex que me permita trabajar el vídeo de forma cómoda, que tenga el autofoco suficientemente desarrollado. Al principio es una locura trabajar a la vez con las dos cámaras, la enganchaba a la zapata del flash, pero no es tan engorroso como parece", explica.

Tampoco quiere hablar Ricardo de proyectos futuros. "Mis padres me tienen secuestrado en casa", bromea, aunque reconoce que pronto volverá a hacer las maletas hacia donde le indique su instinto.

"Me interesaría ir a lugares, a conflictos en los que apenas haya cobertura, pero antes de partir debes tener cierta certeza de que la inversión de tiempo será rentable, que no te vaya a costar dinero trabajar. Y eso es algo ciertamente contradictorio. Un conflicto enquistado u olvidado no siempre interesa", concluye.

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