Gonzalo Suárez: "Creo que soy una vieja promesa"

  • "Creo que soy una vieja promesa, me asombro de haber hecho tantas cosas y tener la sensación de no haber llegado a ninguna parte", confiesa el escritor y cineasta Gonzalo Suárez, que publica estos días la novela "El síndrome de Albatros" y "Las fuentes del Nilo", una recopilación de sus relatos breves.

Lorena Cantó

Madrid, 19 sep.- "Creo que soy una vieja promesa, me asombro de haber hecho tantas cosas y tener la sensación de no haber llegado a ninguna parte", confiesa el escritor y cineasta Gonzalo Suárez, que publica estos días la novela "El síndrome de Albatros" y "Las fuentes del Nilo", una recopilación de sus relatos breves.

Suárez (Oviedo, 1934), en una entrevista con Efe, define su última novela (en Seix Barral) como su obra "más autobiográfica aunque no lo parezca, porque expresa un estado de ánimo actual y una manera de ver el mundo" que le acompaña "desde hace ya tiempo".

Porque el autor se identifica tremendamente con el protagonista, el escritor Ernesto Zóster, quien recibe de una prototípica viuda un peliagudo encargo: que investigue si de verdad existe uno de los personajes de una obscena obra de teatro que su difunto marido había escrito en secreto, una jovencita de erotismo a flor de piel.

"Este personaje que va investigando y se va encontrando consigo mismo define bien el trayecto del escritor en mi caso. Empiezo a escribir sin saber dónde voy y si lo sé, me aburro. Si dejara de buscar, si realmente hubiera llegado a algún sitio, no sé qué haría con el resto del día", asegura Suárez, quien apellidó Zóster a su protagonista porque él mismo padeció el herpes que lleva este nombre hace años.

Quizá su cercanía a Zóster también tenga que ver con el hecho de que Suárez se defina "escritor antes que cineasta".

"De hecho, mis películas son una prolongación de mi obra escrita, son películas deliberadamente literarias", arguye.

Pero el escritor no se identifica solo con su personaje, sino también con el ave que da título a una novela en la que "todo tiene un referente real, desde la viuda prototípica", que es un personaje que le "persigue", a la chica del elefante, a la que conoció, añade, en Los Ángeles.

Gonzalo Suárez dice sentirse como un albatros, "ese pájaro gigantesco y maravilloso que va siguiendo a los barcos, con la sensación de estar en el aire".

"Y eso es lo excitante, que nunca sabes qué rumbo va a llevar el barco al que sigues", apunta.

Desde esa perspectiva aérea, el escritor y cineasta se atreve a opinar sobre los tiempos duros que atraviesa España. "Lo que hay que empezar por cambiar es nuestra mirada, estamos atrapados en un circuito cerrado, pedimos que cambie el sistema pero lo seguimos alimentando y no puede cambiar porque no hay alternativa", sostiene.

Suárez ilustra sus reflexiones con una anécdota. Recién salido Raúl Alfonsín de la Presidencia Argentina, el cineasta coincidió con él en una cena y le reprochó que en virtud de la Ley de Obediencia Debida hubiera dejado libres a los torturadores de la dictadura.

"Él me dijo que quería meter en la cárcel a todos los militares, pero que ellos no querían. Pues esto pasa ahora con esta cosa que llamamos mercado, habría que meterles en cintura, pero no quieren", ironiza.

Sobre sus próximos objetivos cinematográficos, desvela que tiene un proyecto largamente acariciado de homenaje a Cervantes que comenzará a rodar en primavera.

"Televisión Española lo ha rechazado, no es el primero que me rechazan y lo lamento por ellos, porque voy a hacerlo", señala.

También le encantaría convertir en guión "El síndrome de albatros", aunque para eso precisa de "un productor loco" que se enamore de esta novela. "Un libro para dejarse llevar, una propuesta para sentir lo mismo que he sentido yo cuando lo escribía, una emoción que es específicamente literaria y en ningún caso aburrida", dice.

Porque el aburrimiento no tiene, en fin, cabida en el universo de Gonzalo Suárez: "ahora tengo ganas de acción, la puñeta de escribir es que se haga sentado y solo", concluye.

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