Gran tarde de "El Juli" y Hermoso de Mendoza, ambos a hombros

Albacete.- El diestro Julián López "El Juli" y el rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza salieron a hombros tras cortar dos orejas cada uno en la corrida goyesca celebrada hoy en Albacete con motivo del tercer centenario de la feria de esta capital castellano manchega.

FICHA DEL FESTEJO.- Dos toros para rejones de Fermín Bohórquez, manejables, y cuatro en lidia ordinaria de "El Ventorrillo", bien presentados y de juego desigual. Los mejores, segundo y quinto.

El rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza: rejón fulminante (dos orejas); y rejón trasero y caído (ovación).

Julián López "El Juli": gran estocada (dos orejas); y pinchazo, estocada y cinco descabellos (gran ovación).

Miguel Tendero, que sustituía a José María Manzanares: estocada (oreja); y estocada y cuatro descabellos (ovación tras aviso).

La plaza se llenó en tarde agradable.

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TARDE GRANDE, Y PUDO SER AÚN MÁS

Hermoso estuvo pletórico con su primero, al que cuajó con elegantes y templados galopes a dos pistas montando a "Chenel". Con "Ícaro" formó un lío en banderillas, muy valiente, llegando mucho a la cara y clavando siempre certero. Un final vibrante con "Pirata" con las cortas y un rejonazo efectivo le valieron las dos orejas.

Con el cuarto volvió a estar Hermoso a buen nivel, destacando en todos los tercios y haciendo disfrutar mucho al tendido. Lástima que el toro "se rajó" de repente, y también el jinete falló en la suerte suprema, por lo que no paseó ningún trofeo.

El primero del "Juli" tuvo un extraordinario pitón izquierdo, lo que supo aprovechar el torero para instrumentar una faena de gran nivel exclusivamente al natural. El trasteo, emocionante, y siempre a más, con muletazos hondos y por abajo, templados y muy sentidos, amén de los remates.

Gran faena, rubricada de un buen espadazo, que le pusieron en sus manos las dos orejas.

Al quinto lo cuajó también, pero ya sobre ambas manos. El temple y la ligazón, armas fundamentales para conseguir series de muletazos de muy buen trazo. Pero esta vez perdió los trofeos con la espada.

Tendero tuvo en primer lugar un toro complicadito, muy corto de embestida y punteando al final de cada pase. Labor porfiona del joven espada manchego, que por la voluntad que puso le valió una oreja.

Al sexto le instrumentó Tendero una faena de menos a más sobre la mano derecha. Pudo haber cortado otra oreja pero aquí se atascó con los aceros.