Hansen-Love decide no juzgar en "Eden", primera cinta sobre el house francés

  • Alicia G.Arribas.

Alicia G.Arribas.

San Sebastián, 24 sep.- La cineasta Mia Hansen-Love, que ha presentado "Eden", la cinta con la que compite en la Sección Oficial del 62 Festival de Cine de San Sebastián, ha dicho hoy a Efe que no sería capaz de hacer una película en la que los personajes fueran "detestables".

Su intención con esta película, ha explicado, ha sido dar un punto de vista "lo más real posible" sobre el movimiento "house", algo que, hasta ahora, no se había hecho en una ficción, y se ha apoyado para ello en la vida de un personaje muy cercano a ella, su hermano mayor Sven, que ha colaborado en el guión.

Se trata del cuarto largometraje de la esposa del afamado realizador Olivier Assayas, una cinta de algo más de dos horas de duración donde Hansen-Love recorre más de veinte años de la vida nocturna de París, entre 1992 y 2013, con sus fiestas RAVE y el consumo incontrolado de éxtasis y cocaína.

"Hasta ahora, solo había visto cosas sobre este tipo de música en documentales, pero yo quería contar esto de verdad, quizá de una manera más particular, más personal", por eso, dice, basó la historia en Sven, siete años mayor que ella, "que fue disc-jockey y estuvo muy implicado en aquel movimiento. Esta es, un poco, la historia de aquella generación".

La realizadora de "Un amour de Jeunesse" (2011) aclara que "Eden" va "de la vida, de las drogas, de la inestabilidad, y de lo difícil que es crear una relación que dure con una mujer".

Pero es que Mia quería "una película cercana a la vida, muy real, y lo más fiel posible a lo que vi en mi hermano".

"Yo no tengo punto de vista moral sobre mis trabajos, tengo la moralidad del cineasta, la mía: en las escenas, en el rodaje, en la estética -explica-. Sólo filmo sobre gente que me gusta. Mis personajes tienen sus fallos, sus cosas, son imperfectos, pero los quiero, son como son y no los juzgo".

Dividida en dos partes, la realizadora no ha escatimado detalles escabrosos en la cinta, como el suicidio de uno de los jóvenes artistas, si bien solo se habla de ello por el impacto que produce en la vida de los otros.

"Todo el mundo cree que esta generación se perdió con las drogas, creo que esa música se presta a ello", apunta Felix de Givry, el alter ego del hermano de Hansen-Love, Paul.

"Es una época que no hemos vivido y no está muy documentada, por lo que centré mi personaje en su vida con el grupo de amigos, gente que se reúne de vez en cuando para hablar de música". Y tomar drogas.

"Yo no tomo drogas -explica Roman Kolinka, que interpreta al dibujante Cyril -el joven que salta al metro- pero entiendo que para ellos era divertido".

"Es verdad que su personaje se muere -apunta Hugo Conzelman, Stan en la ficción-, pero no es el que más se droga. Es la época la que hay que mirar, él está deprimido, sale todas las noches, es artista, vulnerable; está mas expuesto que los otros, es el ritmo de vida desenfrenado el que le lleva a eso".

Los jóvenes protagonistas de la película seguían "la juerga" para las cámaras en la terraza del Hotel María Cristina, donde se realizaron las entrevistas; cinco jóvenes actores a los que no les interesa lo más mínimo, responden a coro, la vida de Dj.

"Ese modo de vida tiene de particular, o de genuino, que ha durado mucho", explica el benjamín del grupo, Vincent Lacoste, que interpreta a uno de los Daft Punk.

El actor, que ya cuenta con varias nominaciones a los César (los Goya franceses) señala que no comparte el modo de vida de lo Djs, "bueno -explica- salgo por la noche, claro, pero luego me calmo, y me voy a dormir".

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