Hollande conmemora el "otro desembarco" y repasa la actualidad mundial

  • Setenta años después de que las tropas aliadas llegaran a la costa sur de Francia para liberar al país de la ocupación nazi en el llamado como "el otro desembarco", el presidente francés, François Hollande aprovechó los actos conmemorativos para repasar la actualidad internacional.

París, 15 ago.- Setenta años después de que las tropas aliadas llegaran a la costa sur de Francia para liberar al país de la ocupación nazi en el llamado como "el otro desembarco", el presidente francés, François Hollande aprovechó los actos conmemorativos para repasar la actualidad internacional.

A Ucrania, Oriente Medio, Irak, Siria y a los diferentes conflictos de África se refirió Hollande, ante una docena de jefes de Estado africanos, en un discurso pronunciado en el portaaviones Charles de Gaulle frente a las costas de Tulón, el lugar donde tuvo lugar el desembarco de la Provenza.

Aquel hecho histórico, que tuvo lugar el 15 de agosto de 1944, abrió un nuevo frente bélico en la lucha contra los nazis, diez semanas después del sangriento desembarco de Normandía.

A diferencia de lo que sucedió en la costa atlántica, en la Provenza la mitad de las tropas aliadas combatían bajo la bandera francesa, esencialmente soldados enrolados en las colonias en lo que se conocía como el "Ejército B".

Esa presencia de militares galos originarios de Argelia, Marruecos y otras colonias subsaharianas, recordó Hollande, permitió que "Francia fuera salvada por franceses" y que, acabada la guerra, París pudiera "sentarse en la mesa de los vencedores", obteniendo así un puesto permanente en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

Por eso, en el 70 aniversario de este acontecimiento, mucho menos conocido que el de Normandía, Hollande invitó a una docena de jefes de Estado de África, además de representantes de otra veintena de países de todo el mundo.

A través de ellos envió un mensaje de fraternidad "a la juventud africana", a quien expresó el "lazo de sangre" que une a Francia con África y que "no se olvidará nunca".

"Francia y Europa tienen que devolver al sur lo que ellos nos dieron en aquel verano de 1944 (...) Entonces se trataba de liberar el territorio nacional. Hoy de convivir todos juntos", afirmó el presidente refiriéndose a los franceses de origen africano, herederos de aquel ejército liberador.

El acto tuvo un claro tinte militar, con desfiles aéreos y marinos, pero en su discurso, Hollande se mostró resueltamente pacifista al repasar los frentes internacionales abiertos.

Nada más empezar su discurso se refirió a Ucrania, donde aseguró que la tensión "está muy viva" tras el ataque de las fuerzas de Kiev a un destacamento de blindados rusos que había penetrado en su territorio.

Hollande pidió al presidente ruso, Vladimir Putin, que "respete la integridad territorial de su vecino" y que, junto con su homólogo ucraniano, Petró Poroshenko, recobren la vía del diálogo que abrieron el pasado 6 de junio durante la conmemoración del 70 aniversario del desembarco de Normandía.

En Oriente Medio, el presidente galo exhortó a "ayudar a las poblaciones que sufren" del avance del grupo yihadista del Estado Islámico, al tiempo que pidió que se llegue a un acuerdo entre israelíes y palestinos.

En África, donde recordó el compromiso militar de Francia en numerosos conflictos, como la República Centroafricana o Mali, Hollande recordó la presencia de otro grupo terrorista, Boko Haram, que causa un gran daño en el continente.

También se refirió a la epidemia de ébola, "un mal que no conoce fronteras".

Desde el desembarco de la Provenza, que marcó el retorno de una Francia fuerte al concierto de las naciones, el país ha recobrado un gran poderío económico y militar, indicó Hollande, que se dijo dispuesto a utilizarlo en servicio de la paz mundial.

A bordo del único portaaviones nuclear que posee el país y mientras multitud de barcos y aviones se preparaban para un orquestado desfile, el presidente reiteró que Francia quiere seguir siendo una potencia mundial.

También en el terreno económico, donde un día después de que se conociera que la economía gala se ha estancado, el presidente lanzó un mensaje de optimismo: "Vamos a seguir siendo la quinta potencia económica mundial, gracias a las reformas lanzadas por el Ejecutivo".

Un programa que el presidente tuvo la ocasión de repasar con su primer ministro, Manuel Valls, con quien mantuvo una reunión privada en mitad de las conmemoraciones por el desembarco provenzal.

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