"Ides of March" o una clase maestra de interpretación, según Ryan Gosling

  • Antonio Martín Guirado.

Antonio Martín Guirado.

Los Ángeles (EEUU), 5 oct.- George Clooney reúne en el thriller político "Ides of March", su nueva película como director, a algunos de los mayores talentos de Hollywood, toda "una clase maestra de interpretación" según admitió Ryan Gosling, uno de los actores del momento.

La película es una adaptación de la obra de teatro "Farragut North", con guión del exconsejero demócrata Beau Willimon junto al propio Clooney y Grant Heslov, que narra la contienda política en Des Moines (Iowa), días antes del caucus demócrata en ese estado, y el pulso entre Mike Morris, aspirante a la nominación por ese partido (Clooney), y su portavoz de prensa (Gosling).

En el filme, que se estrena el próximo viernes en EEUU, aparecen también Philip Seymour Hoffman (el mánager de la campaña de Morris), Paul Giamatti (el mánager de la campaña de su rival), Marisa Tomei (una periodista del New York Times), Evan Rachel Wood (una becaria de la campaña de Morris) y Jeffrey Wright (un senador clave).

El reparto suma tres Óscar y 13 candidaturas, así como seis Globos de Oro y 23 nominaciones.

"Fue como asistir a una clase maestra de interpretación; realmente está siendo un lujo poder trabajar con todos mis héroes", dijo Gosling recientemente en un encuentro con un reducido grupo de medios, entre ellos Efe, en Los Ángeles (EE.UU.).

El intérprete, que este año ha lanzado la comedia "Crazy, Stupid, Love" y la cinta de acción "Drive", se consagra paso a paso como uno de los mejores actores de su generación, pero reveló que estar frente a frente con Hoffman y Giamatti le hizo ver que se estaba volviendo "perezoso".

"No quiero describir su proceso porque lo abarataría con mi opinión, pero es increíble ver cómo se preparan", apuntó Gosling, para quien ver a Hoffman trabajar "era algo que necesitaba".

"No me di cuenta de que me estaba volviendo perezoso hasta ese momento. Phil pone toda la carne en el asador en cada escena. Siempre dicen de él que está perfecto en cada película, pero creo que no se dan cuenta de lo difícil que es luchar por un espacio propio y lograr eso", declaró el canadiense, de 30 años.

Con ello Gosling se refiere a las condiciones que necesita un actor para hacer un trabajo a la altura de lo que se espera de él, algo que no siempre cuenta con el apoyo de los productores o del equipo artístico.

"Recuerdo cuando se hablaba de Val Kilmer como uno de los mejores actores de la industria, pero comenzaron a decir que era 'difícil'. Esa es la etiqueta que te ponen los que tienen dinero para calificar a quienes no se comportan como ellos quieren", manifestó.

Difícil es también la decisión que debe hacer frente el personaje de Gosling en la película, que se debate entre la ambición, la lealtad y la venganza, todo por las manipulaciones de estrategas más veteranos y la seducción de una joven.

El personaje del actor se ve envuelto en un escándalo político que amenaza con finiquitar las esperanzas de su candidato de llegar a la presidencia.

"Es alguien que quiere ser efectivo y hacer cambios; tiene buenas intenciones, pero sólo las puede llevar a cabo si logra alcanzar la Casa Blanca. Si su candidato pierde no va a poder hacerlo, así que se ve forzado al dilema de cambiar de barco o bailar con quien le dio la oportunidad de estar ahí presente", reflexionó.

"Ides of March" es la cuarta película de Clooney como director tras "Confessions of a Dangerous Mind" (2002), "Good Night, and Good Luck" (2005) y "Leatherheads" (2008).

"George es un misterio para mí", admitió Gosling. "Hace tantas cosas que no logro entender de dónde saca el tiempo, y además lo hace aparentemente sin esfuerzo. Dirige, produce, escribe, actúa y está involucrado en política. Se sabía la película como una canción en su cabeza, así que me dejé llevar por sus indicaciones", comentó.

Gosling considera que Clooney fue valiente al aceptar su personaje, un tipo brillante aunque con sombras en su comportamiento, porque en cierta manera rompe con la imagen que el público puede tener de él.

"No hay nadie como George. En cierta manera, que él en la vida real fuese el presidente sería el sueño de EEUU", concluyó.

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