Keiji Inafune, otrora una de las principales personalidades en Capcom (responsable de franquicias como Mega Man o Dead Rising) considera injustificado cualquier debate sobre el socavamiento que los juegos móviles parecen estar llevando a cabo para con el segmento de las portátiles, vaticinándose incluso su muerte al largo plazo. Alega Inafune que la comparación entre smartphone y consola portátil resulta tanto o más ridícula que hacerlo entre una cámara profesional y la de un teléfono móvil. Cada una ofrece prestaciones harto diferentes y por ende, se emplearán con propósitos radicalmente opuestos:"No usarías la cámara de un smartphone para una entrevista, de igual modo que no usarías una cámara profesional para tomar fotografías aleatorias mientras vas al trabajo. La diferencia cualitativa y funcional es evidente. […] Si quieres jugar un buen juego, usas tu PlayStation 3 o tu Xbox, no te quedas frente al iPhone de tres a cinco horas. Nadie lo haría."Aún con todo, el programador entiende que sería de inútiles obviar un mercado de imparable crecimiento, para el que deben ofrecerse experiencias específicas, ajenas por definición a los títulos que tradicionalmente se lanzan en la portátil de turno:"A la hora de crear cualquier juego, tenemos que pensar qué encaja en la plataforma a la que nos dirigimos. La gente no va a comprar grandes consolas para jugar a títulos simples."Así, mientras los smartphones alberguen experiencias casuales, las consolas portátiles han de seguir apostado, a su parecer, por desarrollos mucho más profundos, imposibles en la configuración de cualquier teléfono inteligente. No aclara Inafune, no obstante, cómo encaja la estrategia casual de Nintendo en semejante disyunción.
José Carlos Castillo
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