Japón. "todo vibraba, los libros se caían de las estanterías", afirma un jesuita español


Al jesuita español Manuel Silgo el terremoto le pilló "ante el ordenador, enfrente de una estantería llena de libros, que el seísmo dejó vacia. Se cayeron todos, los cristales vibraban, el suelo, el techo... Salí a la calle y seguía temblando todo. Me pareció que durante mucho tiempo".
Así relató este religioso extremeño a Servimedia cómo tembló la tierra a las cuatro y veinte de la tarde, hora local, a causa del mayor terremoto que ha sufrido Japón en más de un siglo.
La casa en la que vive, una residencia de los jesuitas españoles, está situada al noreste de la capital nipona y en ella conviven una treintena de religiosos, diez de los cuales nacieron en España. "El edificio aguantó bien el envite. Es una casa antigua, pero fuerte, recia. No ha habido heridos ni en la casa ni en los alrededores. Estamos todos bien. Al principio un poco nerviosos, pero ahora ya más tranquilos", explicó este jesuita.
Confesó desde la cocina de la residencia, el único lugar en el que funciona el teléfono, que no es ni mucho menos el primer terremoto que vive en Japón, ya que lleva 48 años allí, pero "sí el más fuerte, el más largo. Aunque lo peor se está viviendo en el norte y nos tememos que el tsunami sea también terrible".
Comentó que ya se ha puesto en contacto con su familia en España. "Gracias a Internet he podido comunicarme con mi sobrina, decirle que estoy bien, que en Tokio no ha pasado nada. Recomiendo a todo el mundo que utilice este canal de comunicación, porque los teléfonos funcionan mal", dijo.

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