Madrid, 19 sep.- El artista francés Jean Marc-Bustamante muestra en su primera gran retrospectiva en España sus características obras "abiertas", en las que deja libremente al espectador que desarrolle su propia solución a los "enigmas" que éstas plantean.
José Jiménez, crítico de arte y comisario de "Calma blanca", que se expone en la sala Alcalá 31 de la Comunidad de Madrid hasta el próximo 18 de noviembre, ha calificado de "personal y muy original" la obra del artista francés, tanto por su carácter enigmático como por lo "minucioso y obsesivo" de su proceso de construcción plástica.
La exposición consta de 39 fotografías, pinturas sobre plexiglás, esculturas e instalaciones, entre las que se incluyen tres fotografías de gran formato de la serie "Luces" con las que Jean-Marc Bustamante (Toulouse, 1952) representó a Francia en la 50 edición de la Bienal de Venecia en 2003.
Bustamante, una de las figuras más destacadas y originales de la escena internacional, según José Jiménez, inició su trayectoria artística en 1977 con un conjunto de series de fotografías de gran formato a las que denominó "Cuadros", diversificando con el tiempo sus soportes expresivos con esculturas, instalaciones y pinturas.
En las fotografías serigrafiadas sobre plexiglás de su serie "Luces", realizada a partir de 1990, el artista muestra a varios grupos de jóvenes que en unos casos miran fijamente al espectador mientras que en otros parecen ajenos, "jugando con ese carácter enigmático" de su obra, según el comisario de la muestra.
De su trabajo escultórico hablan piezas como sus "Árboles de Navidad", con los que el visitante se adentra en una especie de bosque, y de forma bien distinta lo hace la instalación "Suspensión", conformada por unas jaulas escultóricas de un blanco inmaculado en cuyo interior revolotean seis pequeños y coloridos pájaros mandarín.
Según José Jiménez, esta instalación constituye el "corazón secreto" de la exposición, al acceder a la misma a través de una cámara totalmente blanca que intenta transmitir, junto al piar de las pequeñas aves, "la calma y el sosiego" que imprime toda la obra del artista.
Las condiciones de los pequeños pájaros mandarín, que según el cartel colgado a su lado sólo pueden vivir en cautividad, serán controladas durante todo el tiempo que dure la muestra, de forma que la intensidad de la luz se adaptará a sus ciclos vitales, e interactuarán con un gran pájaro naranja en hierro galvanizado que da paso a esta sala.
La muestra, en cuya presentación estuvo el viceconsejero de Cultura de la Comunidad de Madrid, Javier Hernández, también incorpora piezas de la serie "Estacionarios", en las que el artista no presenta las fotografías de paisajes colgadas en la pared, sino en horizontal, introducidas en cajas dispuestas en el suelo.
Además, el visitante también podrá contemplar fotografías de gran formato realizadas en distintos lagos de Suiza y Japón, en el año 2000, así como su utilización del dibujo combinado con el ordenador para dar como resultado un nuevo género de pintura en el que usa tinta sobre pantallas de plexiglás.
De ahí surgen sus series sucesivas "Panoramas""Trofeos" y "Sueño Perfecto", en las que la pintura adquiere volumen y dimensión escultórica y el trazo manual del dibujo dialoga con las pantallas y superficies de uso industrial, dando lugar a nuevas formas de expresión plástica.
El artista desveló hoy en la inauguración de la muestra su gusto por los distintos niveles, las formas superpuestas y las mezclas de colores, resultado de su intención de transmitir "serenidad y quietud" con su trabajo artístico.-
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