Londres.- El músico catalán Jordi Savall revivió anoche en Londres durante una hora y media la Inglaterra del siglo XVI a través de un concierto de viola de gamba centrado en piezas de compositores británicos titulado "Música poética", en honor a una de las obras compuestas por el violista Tobias Hume (1569-1645).
"La historia se recuerda gracias a los libros, pero sólo a través de la música la podemos revivir. El acto vivo de un cantante o un músico nos traslada a un momento histórico del pasado", señaló en una entrevista con Efe el director de orquesta y musicólogo especializado en música antigua.
El reciente ganador de un premio Grammy en la categoría de "Mejor actuación de pequeño formato de género clásico" por su trabajo "Dinastía Borgia. Iglesia y poder en el Renacimiento", abordó con ánimo didáctico el concierto en la iglesia londinense de Saint John y detuvo su ejecución en diversos momentos para explicar al público los cambios de afinación necesarios en su instrumento.
Savall varió la afinación natural de su viola de gamba en tres ocasiones durante el recital para "mostrar las distintas formas de utilizar el instrumento que tenían los músicos de la época y su fantasía para buscar efectos especiales como imitar el sonido del laúd", explicó el músico.
El director de orquesta subrayó la necesidad de sumergirse en el conocimiento de la época en la que se compuso un repertorio y familiarizarse con sus técnicas musicales para poder reproducir un "estilo".
"Hay un proceso de aprendizaje y estudio, aunque después es necesario olvidar todo lo aprendido y sencillamente tocar. Yo ya no pienso en todo lo que he leído, lo tengo asimilado: cuando interpreto música inglesa es como si hablara en inglés, y cuando es francesa como si lo hiciera en francés", señaló el intérprete español.
Entre los hallazgos arrojados por los estudios históricos de Savall destaca la recuperación de unas 400 piezas de música otomana que el príncipe moldavo Dimitrie Cantemir dejó por escrito durante un cautiverio en Estambul alrededor de 1710.
"Fue un descubrimiento extraordinario, porque la mayor parte de la música oriental se transmitía de forma oral", explicó el director de orquesta, que en los últimos meses ha interpretado estas composiciones reencontradas junto a una orquesta de 17 músicos turcos, marroquíes, griegos y armenios.
"La música es probablemente el único puente de comunicación verdaderamente eficaz que queda entre oriente y occidente. Durante mil quinientos años hemos utilizado el mismo lenguaje musical, y con él podemos entendernos. Es un campo de diálogo en el que no hay engaños, esa es una de las funciones fundamentales de la música", señaló Savall.
El musicólogo, embajador de buena voluntad de la UNESCO y para el Diálogo Cultural de la Unión Europea, afirmó que tener presente la historia es el único modo de progresar hacia la paz.
"Cuando el ser humano es incapaz de mantener viva una memoria crítica de su pasado, entra en una fase de decadencia. Una de las principales tragedias de los hombres es la amnesia, que nos impide aprender de nuestros errores y avanzar", indicó el especialista en música antigua.
"En 1209, durante la cruzada contra los cátaros, murieron 20.000 personas porque se negaron a entregar a 250 herejes. El jefe de las tropas cruzadas dio la consigna de matarlos a todos, sin diferenciar entre cristianos y herejes. Dios hará la diferencia, dijo. Y eso se ha repetido a lo largo de la historia porque no somos capaces de aprender del pasado", relató Savall.
Guillermo Ximenis
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