Juan María Solare relanza un álbum que oscila entre el tango y la vanguardia

  • Rodrigo Zuleta.

Rodrigo Zuleta.

Berlín, 25 may.- El pianista y compositor argentino Juan María Solare relanzó en Alemania hoy su álbum "Tango Monologues" -que ya había aparecido en CD y ahora se puede obtener en versión digital en todo el mundo- que oscila entre el tango propiamente y la música académica contemporánea.

En cierto sentido puede decirse que Solare, profesor y composición en la Academia de Música de Bremen (norte de Alemania), explora los caminos abiertos por Astor Piazzola, para terminar dándole, como lo ha escrito el crítico alemán Christian Emigholz, "un nuevo rostro" a la tradición tanguera.

El álbum mezcla composiciones propias con obras de otros autores. Entre las creaciones propias cabría que destacar la melancólica pieza titulada "Lo que se fue" -con alusiones a buena parte de la historia del tango- y que parece muy cerca a la tradición del tango popular.

No obstante, también hay piezas que contrastan con "Lo que se fue", como "Furor", en el que hay un evidente tono progresista y vanguardista que pone al tango cerca de la música académica contemporánea.

En el álbum, en lo que respecta a las piezas ajenas, están interpretados compositores tradicionales como Lucio Demare -de quien toca "Malena"- o Juan Bautista Deambroggio, al igual que innovadores como el propio Piazzola y otros que recogieron su herencia.

Solare, nacido en Buenos Aires en 1966, dirige además una orquesta de tango en Bremen que lleva el curioso nombre de "Orquesta No Típica". El nombre se debe, según ha explicado el propio Solare en diversas ocasiones, a que "la formación instrumental es totalmente atípica", lo que empieza por la ausencia de los bandoneones.

El tango no agota el mundo musical de Solare que también ha hecho más que una incursión en la música de vanguardia, como en una obra llamada "Subte", que incluye ruidos de los metros de París, Madrid y Colonia y de Venecia, una ciudad que no tiene suburbano.

Las influencias que reconoce haber tenido Solare son increíblemente diversas y van desde toda la tradición del tango hasta compositores de vanguardia como John Kage o Mauricio Kagel pasando por un trompetista negro, probablemente llamado Greg Griffin, que se encontró un día en Nueva York, en la puerta trasera del Carnegie Hall.

Solare cuenta su encuentro con Greg Griffin, de quien dice que dijo llamarse así, en una nota publicada en su página web -www.juanmariasolare.com- y lo que le quedó de él, entre otras cosas, fue una declaración según la cual, si alguien era músico, podía hacer música con cualquier cosa que tuviera a la mano.

Es posible que esa disposición de Solare a absorber las enseñanzas de otros -sin importar si se trata de una gloria reconocida o de un trompetista anónimo que está tocando en la calle- y a transformarlas explique buena parte de su música en la que se adivina un deseo de rastrear tradiciones y juntarlas.

"En la era del surgimiento del tango, Arolas o Villoldo no ignoraban, porque no podían ignorarlo, que Schubert y Mozart habían existido. Gardel y Troilo sabían como sonaban Verdi y Chopin. En Mariano Mores se reconoce el fantasma de Gerwshwin, y Piazola creció con partituras de Strawisnsky y Bartok en la mesilla de noche", escribe Solare en un artículo recogido en su página web.

"El tango en el tercer milenio no puede ignorar que Stockhausen, John Cage o los minimalistas han dejado sus huellas", agrega.

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