Julio Llamazares: "La literatura que escribo no es más que el poso del tiempo que se me fue"

  • Después de varias novelas y ensayos, 'Tanta pasión para nada' supone la vuelta al relato del escritor leonés en una "época de libros de autoayuda y de novelas de entretenimiento". Doce cuentos y una fábula para sentir la vida hoy.
El escritor Julio Llamazares publica "Tanta pasión para nada" - Foto: Alfaguara
El escritor Julio Llamazares publica "Tanta pasión para nada" - Foto: Alfaguara
lainformacion.com
Ylenia Álvarez

La pasión es el hilo conductor de los doce cuentos y una fábula que comprenden el último libro del escritor Julio Llamazares (Vegamián, provincia de León, 1955), titulado muy a propósito, 'Tanta pasión para nada' (Alfaguara). La obra está llena de intensidad, personalidad y también de tristeza y decepción. Quizás porque para el autor, "las pasiones, cuando se pasan, conducen a la frustración, a la melancolía, al escepticismo… Pero es preferible la frustración a la falta de emoción y de ilusiones."

Esa es la idea central: ¿Qué sería de la vida sin pasión? Poco, la verdad... "Un aburrimiento", según el propio escritor.

Julio Llamazares se mueve como pez en el agua entre la novela, el ensayo, la poesía, el relato y los libros de viajes. Después de sus comienzos como poeta cuando ganó el Premio Jorge Guillén con 'Memoria de la nieve' (1982), se fue consolidando en la prosa con novelas como 'Luna de Lobos' (1985)y 'La lluvia amarilla' (1988), ambas finalistas al Premio Nacional de Literatura. 'Escenas de cine mudo' (1994), 'Tras-os-montes' (1998), 'El cielo de Madrid' (2005) y 'Las rosas de piedra' (2008) son otras de sus obras. Ahora vuelve con un libro de cuentos con la esencia de siempre.

El olvido del presente

Los diferentes protagonistas de su nueva obra: un futbolista de Primera División que falla un penalti en un momento decisivo, un napolitano que recupera el verdadero amor al final de su vida o un escritor que se topa con una idea cuando daba todo perdido son ejemplos de esa pasión, de esa búsqueda constante y de pura emoción y sentimiento.

Eso sí, algunos de ellos pasan por la vida pensando "a veces" en el mañana que nunca llegay del que también habla el autor.

"Mucha gente, por miedo al futuro, olvida vivir el presente. Las protagonistas de mi relato 'El lilar de las monjas', sin ir más lejos", dice Llamazares. En él un grupo de religiosas se ve obligado a dejar su monasterio por su avanzada edad. Es el mismo que han cuidado con devoción toda la vida y donde probablemente esperarían morir.

"La memoria es la materia prima de la literatura"

Todos los pesonajes del libro son "inventados", pero "algunos están sacados directamente de la realidad". También hay "bastante" de Julio Llamazares en ellos. "Como nos enseñaron los clásicos griegos, todos los personajes son máscaras del autor", se sincera.

En algunos de los cuentos que componen este libro también hay una vuelta al pasado. Puede ser porque para Julio Llamazares "el pasado, o mejor dicho, la memoria, es la materia prima de la literatura"."La literatura, al menos la que yo escribo, no es más que el poso del tiempo que se me fue", añade.

Después de varias novelas y ensayos, este libro supone la vuelta al relato del escritor leonés en una "época de libros de autoayuda y de novelas de entretenimiento", como él mismo califica. Sin embargo, el género, al final, le permite "lo mismo que los demás: trasmitir pensamientos, ideas, emociones…; pensar y hacer pensar, y sentir y hacer sentir, que es para lo que sirve la literatura". Lo siguiente será una novela, suelta con un "creo" final.

El libro se cierra con una fábula, 'El día de mañana', que puede ser otra manera de decir la famosa frase de John Lennon "la vida es aquello que te va sucediendo mientras estás ocupado haciendo otros planes". A Llamazares no le parece mala deficición. Eso sí, mejor "sacudiendo" que "sucediendo". Ahí lo deja.

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