"Por primera vez tenemos un pabellón del #DiaDeLosMuertos en @lacasablanca con la coqueta Catrina", informó la portavoz para medios hispanos de la Casa Blanca, Katherine Vargas.
El presidente Barack Obama y la primera dama Michelle se pasearon, canastas con dulces en mano, por el patio sur de la mansión presidencial. Un bebé vestido de papa y manejando un "papamovil" fue uno de los primeros afortunados.
La Casa Blanca lucía algo lúgubre con su fachada cubierta parcialmente de negro, siniestras figuras alargadas y las tradicionales calabazas, que simulaban un bosque encantado, mientras un grupo de acróbatas y malabaristas actuaban.
Ataviada con una falda verde y morada, un chal rojiverde y su icónico sombrero de plumas, la Catrina mostraba su mueca esquelética a los visitantes, según imágenes difundidas por la presidencia estadounidense.
La Casa Blanca espera que más de 4.200 personas acudan a las celebraciones este año, especialmente niños de escuelas de Washington y de familias militares.
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