Pekín, 17 dic.- La diseñadora de joyas española Paloma Sánchez presentó hoy su nueva colección, que combina gemas originarias de África y de China, en su tienda en el centro de Pekín.
"La presentación de las joyas está siendo un éxito, estoy muy contenta", señala a Efe la gemóloga, que ha viajado hasta Marruecos para conseguir las azuritas, y a Madagascar para las aguamarinas, los zafiros rosas y las turmalinas.
Sánchez adquirió también malaquitas del Congo y diamantes de Lesoto, y ha combinado todas estas piedras con las autóctonas de China: jade, perlas y fluoritas.
La madrileña se graduó en el Instituto Gemológico de América, en Los Ángeles, considerado el "Harvard" de las escuelas de su sector, y se ha especializado en la creación de piezas únicas compuestas por piedras libres de impurezas, muy del gusto de la nueva clase acomodada china.
Sánchez abrió su tienda en Pekín en 2008 y la mayoría de sus clientes son chinos, en concreto mujeres trabajadoras de entre 35 y 45 años que ocupan altos cargos en empresas multinacionales que buscan piezas únicas que se diferencien de las marcas conocidas.
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