La rigidez del Comité, el desembolso y la reputación dificultan exponer en Art Basel

  • Basilea (Suiza).- La rigidez del Comité de Selección, un desembolso para el alquiler del espacio al que la mayoría no pueden hacer frente, y la necesidad de tener una tradición y una excelente reputación en casa dificultan la presencia de galerías latinoamericanas en Art Basel.

Basilea (Suiza).- La rigidez del Comité de Selección, un desembolso para el alquiler del espacio al que la mayoría no pueden hacer frente, y la necesidad de tener una tradición y una excelente reputación en casa dificultan la presencia de galerías latinoamericanas en Art Basel.

La más prestigiosa feria de arte moderno y contemporáneo del mundo, Art Basel, celebra esta semana su 41 edición con la presencia de nueve galerías latinoamericanas: cuatro brasileñas, tres mexicanas, una colombiana y otra argentina.

Es la media habitual en los últimos años, menos de diez entre 300 galerías en una feria que dice estar "globalizada", en palabras de su codirector, Marc Spiegler.

La realidad es que, a pesar de la voluntad internacionalista de los directores, Art Basel sigue siendo eminentemente "eurocéntrica" y muy norteamericana, dado que de las 300 galerías, 200 son europeas y 32 estadounidenses.

"En Art Basel hay un Comité totalmente eurocéntrico que se mira el ombligo, queda bien un poquito de aquí y de allí para poder decir que es una feria internacional", considera Orly Benzacar, de la galería del mismo nombre, la única representante argentina.

"A nosotros nos costó un montón entrar, pero también es un poco lo del huevo y la gallina, porque también es verdad que no hay muchas galerías que pueden hacer frente a una propuesta así", agregó Benzacar.

De media, el alquiler de los espacios para exponer en Art Basel cuestan unos 50.000 dólares, un desembolso que no siempre se compensa con las ventas.

"Es verdad que es una feria muy rígida. Yo sé que la mayoría de las galerías importantes de Brasil intentan venir y no son aprobadas, el juicio es muy duro, ahora, no creo que sea prejuicio, eso no", afirmó a su vez María Socorro de Almeida Lima, de la galería Millan de Sao Paulo.

"A nosotros nos ha costado mucho entrar, y estamos muy contentos de estar aquí por primera vez. Tal vez no se debería ver como que hay poca representación y punto, deberíamos tener en cuenta la proporción de galerías que hay en el país, porque a veces no es comparable", comentó Catalina Casas de la galería Casas Riegner, de Colombia.

Consultada sobre la posibilidad de que se abrieran cuotas, Casas rechazó radicalmente esta propuesta: "No, cuotas no, somos suficientemente buenos para necesitarlas".

La misma opinión expresó a Efe el codirector Spiegler: "Nunca hemos trabajado con el sistema de cuotas, nos regimos por unas reglas de calidad que son las mismas para todo el mundo".

Por su parte, la mexicana Patricia Ortiz, de la galería OMR, aseguró que "la clave está en tener cierta tradición en casa, que se te reconozca. Art Basel es la feria más competitiva del mundo, todo el mundo quiere estar, y el Comité no deja entrar a cualquiera, se fija bien quien es quien".

"De hecho -prosiguió Ortiz- nadie tiene el puesto asegurado, cada año hay que pasar la prueba, lo que exige un esfuerzo constante".

De las más de 1.100 candidaturas presentadas este año, sólo 300 fueron elegidas, de las cuales un 5 por ciento son nuevas, exactamente el porcentaje de las que fueron rechazadas.

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