La tierra y el color de las antípodas en la Sala Kubo de San Sebastián

  • San Sebastián.- La Sala Kubo de San Sebastián abre mañana una exposición de casi un centenar de obras de artistas australianos contemporáneos, un cruce de interpretaciones diversas que tienen como nexo el vínculo con la tierra.

La tierra y el color de las antípodas en la Sala Kubo de San Sebastián
La tierra y el color de las antípodas en la Sala Kubo de San Sebastián

San Sebastián.- La Sala Kubo de San Sebastián abre mañana una exposición de casi un centenar de obras de artistas australianos contemporáneos, un cruce de interpretaciones diversas que tienen como nexo el vínculo con la tierra.

"Intangibles in terra australis" es el título que se le ha dado a esta nueva producción de la sala de exposiciones del Kursaal, que permanecerá abierta hasta el 13 de junio y que ha sido presentada hoy en rueda de prensa.

Son 91 obras entre pinturas, esculturas y fotografías de 25 creadores y múltiples miradas hacia un país al que están ligados de forma diferente, como aborígenes y como descendientes de los colonizadores.

La comisaria de la exposición, Asun Bassas, hace esa misma división, aunque entre los de origen indígena distingue entre aquellos que se mantienen fieles a los motivos tradicionales y los que rompen con ellos porque viven en la ciudad, lo que les lleva a utilizar nuevos materiales fruto de ese referente urbano.

Entre los primeros figuran artistas como Angkaliya Curtis, Bernard Tjalkuri, Ginger Wikilyiri, Harry Tjutjuna, Tiger Palpatja, Maringka Baker, Wingu Tingima y Pungkai, que utilizan una técnica puntillista para dar forma a figuras, animales y símbolos que dan al lienzo el aspecto de tejidos de intenso cromatismo.

Creadores aborígenes como Peter Sharrock arriesgan con nuevos materiales y técnicas, como en sus acrílicos sobre papel con los que confecciona unas delicadas tramas, que sin embargo remiten a la naturaleza.

Troy-Anthony Baylis y Darryl Pfitner-Milika son también algunos de los autores que se han alejado de los métodos tradicionales y que han recurrido a la abstracción para crear sus obras, ya sea con alambres forrados de papel o con polímeros acrílicos sobre madera.

La unión con el paisaje y la tierra están igualmente presentes en las creaciones de los no aborígenes, como ocurre con los óleos y acrílicos con los que David Kelly plasma sobre tablas sus "Eucalypt Sentinels".

Ian Hamilton se sirve precisamente de finas varas de eucalipto para dar forma a sus esculturas, que fija con papel maché, aceite y barniz, y Jan Clifford usa fibra natural para confeccionar "Vessel", una vasija de gran tamaño con forma de canoa.

Otros, como Peter Coad y Loene Furler llevan al lienzo la Australia de los paisajes vacíos, y James Cochran crea sus estampas urbanas con la técnica puntillista de los autores aborígenes.

Y es que, como ha asegurado Asun Bassas, los que tienen sangre alemana, inglesa, o incluso china, "empiezan a entender cada vez mejor que antes la tierra, comienzan a sentirla".

Un espacio aparte se dedica en esta exposición a Gavin Malon, que en la obra "In the footsteps of Stuart" recrea mediante fotografías y cartas enviadas a sus conocidos el periplo del explorador escocés John McDougall, que fue el primer europeo que logró cruzar Australia entre 1861 y 1862.

Hay más fotografías, como las de dos autores destacados, Nici Cumpston, que recoge paisajes con su cámara, y Mark Kimber, que posa su objetivo en los símbolos urbanos.

"Intangibles in terra australis" es un compendio de diferentes formas de plasmar el arte, pero desde un punto de vista "social y biológico" como denominador común, porque Australia es para todos ellos, recalca Bassas, "la geografía del corazón".

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