Laurent Cantet: "No me gusta el cine que simplifica la realidad"

Magdalena Tsanis

Madrid, 20 jun.- Elevado al olimpo de los grandes directores europeos tras ganar la Palma de Oro con "La clase" (2008), una radiografía de la educación y la adolescencia en la Francia actual, Laurent Cantet es creyente y practicante de un cine comprometido que refleje "la complejidad del mundo".

"No creo que una película pueda cambiar el mundo, pero me interesa el cine que muestra la complejidad de la realidad, no que la simplifique. La sociedad en que vivimos es compleja y una película debe plasmar esa diversidad", señala el director en una entrevista con Efe.

La máxima la aplicó con éxito en películas como "Recursos humanos" (1999) o "El empleo del tiempo" (2001), y vuelve a hacerlo en "Foxfire", una producción rodada en inglés, en Canadá, acerca de una banda secreta de chicas que se rebelan contra el machismo y el capitalismo de la sociedad americana de los años 50.

Basada en una novela de Joyce Carol Oates, la película que ahora llega a las salas de cine españolas tuvo una fría acogida cuando se presentó, en 2012, en el Festival de San Sebastián, en buena medida porque el listón lo había dejado muy alto él mismo con sus anteriores trabajos.

Lo cierto es que "Foxfire" presenta elementos comunes con el resto de su filmografía: la resistencia, la utopía o las dinámicas de grupo, en este caso aplicadas a una banda de adolescentes que empiezan pensando que todo es posible y poco a poco comprueban cómo su sueño se resquebraja con problemas como el liderazgo o el dinero.

"Cuando leí la novela me dio la impresión de que estaba escrita para mí, pero lo que también me interesó es poder ir hacia algo más novelesco que lo que había hecho hasta entonces, con más acción, más suspense y más violencia incluso", apunta el director.

"La idea me atrajo porque siempre tengo miedo de las películas demasiado dogmáticas e intento encontrar una forma de hablar de lo social y lo político sin que eso sea el centro. Prefiero que se deje sentir a través de las historias y de personajes que conmuevan", precisa.

Al igual que hizo en la laureada "La clase", Cantet ha vuelto a recurrir a actrices no profesionales, que encontró después de un extenso cásting con más de mil candidatas. Es el "método Cantet": buscar personas que comprendan a sus personajes, ensayar y retocar el guión con sus propuestas.

Y también rodar las secuencias con multicámara y sin cortar, en lugar del clásico plano-contraplano-primer plano. "Es más eficaz porque permite a los actores meterse en la lógica de la escena, entender de qué va y encontrar el tono exacto", opina.

Katie Coseni, una de las protagonistas, comprobó esa eficacia al recoger precisamente en San Sebastián la Concha de Plata a la mejor interpretación femenina, algo de lo que no puede presumir Angelina Jolie, que encabezó el reparto de la primera adaptación de la novela de Carol Oates, de 1996.

En la actualidad, Cantet está a punto de concluir la postproducción de "Retorno a Itaca", un largometraje escrito a medias con el cubano Leonardo Padura y rodado en Cuba, esta vez sí, con actores profesionales como Jorge Perrugoría, Isabel Santos y Fernando Hechevarría.

"Cuba es un país que me interesa mucho, quería entenderlo y he tenido la suerte de conocer a muchos cubanos que me han ido explicado la situación", apunta.

"No quería dar un punto de vista definitivo sobre lo que ocurre desde la revolución, pero sí me gustaba la idea de verme como un portavoz, dar la palabra a los cubanos y hacerles evocar su historia reciente, tan rica", añade.

Dice también Cantet que sí, que hay cosas que han cambiado después de la Palma de Oro, aunque otras siguen igual.

"Gracias a ella gozo de una mayor libertad, esta película ha sido más cara que las anteriores, y no he tenido limitaciones ni en el guión ni en la elección del reparto. Por lo demás, hacer una película sigue siendo igual de difícil, sigo dudando tanto como antes".